Las teles espías de Samsung ¡Lo que hay que leer!

El fabricante coreano de electrónica de consumo, Samsung, ha salido al paso de la polémica que se ha creado, en medios nacionales e internacionales, en los cuales se les acusa de espiar y vender la vida de privada de sus clientes a través de sus smartTV.

La base de la noticia radica en un apartado que recoge una frase confusa en su política de privacidad, disponible en la web de la entidad: "Por favor, tenga en cuenta sus palabras con información confidencial personal o de otra índole, porque esta información será capturada y transmitida a un tercero para el uso de Reconocimiento de Voz"; y que no hace referencia a otra cosa más que al hecho de que es Nuance, la multinacional especializada en gestión de voz, proveedora de LG, Motorola, Panasonic, o BMW, entre otros, la empresa que realiza el trámite vocal y, por tanto, el fabricante del hardware se cura en salud en sus claúsulas, ante cualquier problema que pudiera surgir.

El reconocimiento de voz, que permite al usuario controlar el televisor utilizando comandos de voz, es una característica de Samsung Smart TV, y de otras muchas marcas fabricantes de televisores de gama alta; la cual puede ser activada o desactivada por el usuario.

"Si los consumidores habilitan la capacidad de reconocimiento de voz -explica Samsung-, ésta se activa solamente para los comandos de televisión y frases de búsqueda. Los usuarios pueden reconocer fácilmente si la función de reconocimiento de voz se activa debido a que un icono de micrófono aparece en la pantalla . Si el consumidor consiente y utiliza la función de reconocimiento de voz, se proporcionan los datos de voz a un tercero durante la búsqueda del comando solicitado, para ejecutar el mismo. En ese momento, los datos de voz se envían a un servidor, que busca el contenido solicitado y, a continuación, devuelve el resultado a la TV".

Queda así claro, que a pesar de los afanes novelescos de determinados medios, cualquier especialista que haya probado una televisión de última generación de la marca sabe que nuestra interacción por voz con la misma es de muy corto recorrido, se limita a búsquedas o a peticiones concretas y no responde, aún,con la rapidéz o eficacia que fuera deseable; ni mucho menos nos escucha las conversasiones de salón para enviarlas a... quién sabe dónde.

Al dar fe de este tipo de cosas, sin eximir de responsabilidad a la empresa por la incorrecta redacción de su política de privacidad, hay que tener en cuenta que, a priori, la smartTV no sabe quien eres y no te obliga a registrarte con nombre y tarjeta de crédito como hace, por ejemplo, Apple. Conviene saber que al crear el perfíl de usuario, puedes poner el apodo que quiera y, además, el terminal tendría que llevar aparejado un servicio de geolocalización, que deberíamos haber configurado nosotros, para que cualquier tercero pudiera realizar una localización, una árdua labor de investigación para identificar la voz de una persona y analizar el interés de términos como "televisión española", "busca zonamovilidad" o "canal 7" para luego vender nuestras vidas; suponiendose que éstas tengan algún interés para alguien. En la Tienda del Espía hay mejores opciones.