Apenas 234 días después de que se anunciara la creación de esta Cartera, la primera de su tipo en la Democracia española, el Gobierno parece que tendrá que buscar otro nombre para liderar un equipo que aglutina dos cuestiones claves: Transformación Digital, con dos Secretarías de Estado, y Función Pública, con su propia Secretaría de Estado.
El nombre de Escrivá lleva varios meses en los mentideros de la política nacional como gran candidato para liderar el Banco de España y sustituir así a Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato expiró el pasado 10 de junio.
Escrivá cuenta con experiencia tanto en este organismo como en el Banco Central Europeo, un perfil técnico conocido e independiente, puesto que no milita en las filas de ningún partido político, pero sí se conoce su cercanía al actual Presidente del Gobierno, lo que ha generado el recelo del Partido Popular, cuyos votos serán necesarios para el nombramiento.
A pesar de ello, son otros muchos los nombres que en los últimos meses han sonado para el BdE, y si finalmente el Gobierno se sale con la suya habrá que reactivar las quinielas para conocer al sustituto o sustituta de Escrivá en la cartera de Transformación Digital y Función Pública.
Por el momento solo es la propuesta del Gobierno en unas conversaciones que parece que se alargarán más de lo previsto y que tendrán que completarse, como tarde, antes de septiembre, cuando la subgobernadora, Margarita Delgado, que ocupa el cargo de manera interina, termina también su mandato.