La compañía neerlandesa TomTom ha anunciado una reestructuración significativa de su plantilla global, que implicará el recorte de 300 puestos de trabajo, aproximadamente un 10% de su fuerza laboral.
TomTom fue una de las pioneras en el desarrollo de sistemas de navegación digital para automóviles. Sin embargo, en los últimos años se ha enfrentado a una pérdida sostenida de relevancia en un mercado que ha migrado progresivamente hacia soluciones integradas en smartphones y vehículos conectados, lo que ha erosionado su cuota de mercado y afectado su rendimiento financiero.
Por ello, la compañía ha adoptado una estrategia centrada en la integración de inteligencia artificial como parte de su proceso de transformación digital y realineamiento organizacional.
Reestructuración interna y caída de ingresos
Según un comunicado emitido por la empresa, los despidos afectarán principalmente a los equipos encargados de la capa de aplicaciones, así como a las funciones de ventas y soporte. La compañía, que actualmente emplea a unas 3.600 personas en todo el mundo, justifica la decisión como parte de su transición hacia una organización más ágil, centrada en el desarrollo de soluciones tecnológicas basadas en inteligencia artificial.
TomTom estima una caída en sus ingresos anuales, pasando de 574 millones de euros en 2024 a un rango de entre 505 y 565 millones de euros para el presente ejercicio
La previsión financiera para 2025 confirma la necesidad de ajustes. TomTom estima una caída en sus ingresos anuales, pasando de 574 millones de euros en 2024 a un rango de entre 505 y 565 millones de euros para el presente ejercicio. Esta disminución refuerza la necesidad de una estrategia orientada a la innovación tecnológica y la eficiencia operativa.
Durante una reunión con inversores en abril, el director ejecutivo Harold Goddijn reconoció que las tensiones comerciales internacionales, especialmente tras la imposición de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump, han generado incertidumbre en el panorama económico global, afectando también las proyecciones a corto plazo de la compañía.
Pese a este contexto adverso, Goddijn ha manifestado su optimismo en cuanto a la dirección futura de la empresa, afirmando que mantiene su “confianza en la trayectoria a largo plazo” de TomTom. En línea con esta visión, la reorganización no solo busca contener pérdidas inmediatas, sino también posicionar a la firma como un actor competitivo en el sector de la geolocalización mediante la adopción de tecnologías avanzadas.
La transición hacia una estrategia “product-led” implica reforzar el desarrollo de software y plataformas que aprovechen el aprendizaje automático y la automatización para mejorar la precisión, velocidad y personalización de sus servicios de navegación y localización.
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