La forma en la que compramos online en Europa está a punto de cambiar. Tras años de crecimiento acelerado del comercio electrónico de bajo coste, la Unión Europea ha decidido intervenir para aliviar la presión sobre sus aduanas y reforzar la seguridad de los productos que llegan al mercado comunitario. A partir de julio de 2026, Bruselas aplicará una tasa aduanera a los paquetes pequeños procedentes de plataformas extracomunitarias como Shein o Temu, una medida temporal que anticipa una reforma más profunda del sistema aduanero europeo.
La decisión, acordada por los ministros de Economía de los veintisiete, responde a un problema que se ha intensificado en los últimos años. El volumen de envíos de escaso valor ha crecido de forma exponencial, hasta el punto de poner en riesgo la capacidad operativa de las aduanas y dificultar los controles sanitarios, de seguridad y de cumplimiento normativo.
Mientras se prepara la reforma aduanera prevista para 2028, que eliminará la exención de impuestos a los productos de bajo valor, la UE ha optado por una solución intermedia. Esta tasa general se aplicará a los paquetes enviados por vendedores extracomunitarios registrados en el sistema de ventanilla única de importación, que concentra la mayor parte del comercio electrónico que llega a Europa.
El auge del comercio online de bajo coste, impulsado por plataformas con una presencia publicitaria muy intensa, precios reducidos y entregas rápidas, ha sido clave en este escenario. Según datos de la Comisión Europea, una parte mayoritaria de los envíos de comercio electrónico de pequeño valor procede de China, y su volumen se ha duplicado en apenas un año.
Este crecimiento ha ido acompañado, además, de un aumento de productos que no cumplen la normativa comunitaria. Bruselas advierte de que muchos de estos artículos suponen riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores, generan un impacto medioambiental elevado y fomentan una competencia desleal frente a las empresas que sí respetan las reglas del mercado europeo. De hecho, una parte significativa de los productos falsificados interceptados en frontera se adquiere a través de internet.
Junto a esta tasa aduanera, la Comisión también prepara una tasa de manipulación adicional por paquete, destinada a cubrir parte de los costes asociados a la supervisión y control de estos envíos. Con ello, Bruselas busca reforzar los mecanismos de inspección sin trasladar toda la carga a los Estados miembros ni a los operadores tradicionales.
En conjunto, la medida pretende ganar tiempo hasta la entrada en vigor del nuevo marco aduanero y enviar un mensaje claro al mercado: el crecimiento del comercio electrónico no puede seguir produciéndose al margen de los controles, la seguridad del consumidor y la competencia justa. Para los consumidores europeos, este cambio marcará un nuevo equilibrio entre precio, seguridad y responsabilidad en las compras online.
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