Amazon ha dado un paso clave en la transformación de su asistente virtual con el despliegue de Alexa+, su nueva versión impulsada por inteligencia artificial generativa.
Según ha detallado el CEO, Andy Jassy, durante la presentación de resultados trimestrales, Alexa+ ya está disponible para más de 100.000 usuarios, en lo que representa la primera fase de una implementación gradual anunciada en febrero.
Si bien esta cifra queda lejos de los aproximadamente 600 millones de dispositivos compatibles con Alexa distribuidos a nivel global, marca un punto de partida significativo en la estrategia de Amazon para posicionarse en la carrera por los asistentes potenciados por modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM). La empresa optó por un despliegue por etapas, en línea con la complejidad técnica que implica incorporar IA generativa a sistemas de uso masivo.
Aunque Alexa+ se presentó como una evolución radical del asistente, varias de las funcionalidades prometidas no están disponibles en esta fase inicial. Actualmente, la versión en uso no incluye capacidades como la integración con aplicaciones externas (por ejemplo, GrubHub), la generación de cuentos infantiles o la sugerencia de regalos.
Frente a este desfase, Jassy ha reconocido que la tecnología aún es limitada y que existen dificultades técnicas significativas, especialmente en la ejecución de tareas compuestas o en el uso de herramientas externas por parte del asistente. “Tenemos mucha más funcionalidad que planeamos agregar en los próximos meses”, señala, sin precisar fechas concretas.
El reto de la precisión en los agentes inteligentes
Jassy también ha aportado datos sobre la precisión actual de los agentes basados en IA. Según el máximo ejecutivo de Amazon, las tasas de éxito de estos sistemas al ejecutar tareas con múltiples pasos se sitúan entre el 30% y el 60%. Para mejorar ese margen, Amazon trabaja con Nova Act, el agente de navegación web que potencia parte de las capacidades de Alexa+, con el objetivo de alcanzar una precisión del 90% en este tipo de operaciones.
Este dato refleja uno de los principales desafíos que enfrentan las grandes tecnológicas: lograr que los asistentes no solo comprendan órdenes complejas, sino que las ejecuten de forma confiable. La apuesta de Amazon pasa por afinar esta precisión antes de extender Alexa+ a un público más amplio.
Por delante de Apple
El ritmo de Amazon contrasta con el de Apple, cuya versión de Siri basada en IA generativa aún no está en el mercado. En su respectiva llamada de resultados, también celebrada el jueves, el CEO de la manzana mordida, Tim Cook, ha admitido que necesitan “más tiempo para completar el trabajo”, lo que coloca a Amazon momentáneamente por delante en el despliegue de este tipo de tecnología.