Apple vuelve a situarse en el centro de un conflicto por propiedad intelectual tras el veredicto de un jurado federal en California que le obliga a abonar 634 millones de dólares a Masimo, compañía estadounidense especializada en tecnología médica.
La sentencia concluye que el Apple Watch incorporó funciones que vulneraban una patente relacionada con la medición óptica de oxígeno en sangre, un elemento clave de la disputa que ambas compañías mantienen desde hace casi una década.
El caso añade más presión al enfrentamiento entre los de Cupertino y Masimo, que acusa a Apple de apropiarse de tecnología y talento para desarrollar sus sensores de salud. La sanción se suma además a otros procedimientos abiertos ante la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC), que estudia si debe reactivar un bloqueo a la importación de determinados modelos del Apple Watch.
Apple recurrirá la sentencia
Según la sentencia, las funciones de entrenamiento y las alertas de ritmo cardiaco del reloj de Apple infringían una patente de Masimo asociada a la estimación de la saturación de oxígeno en sangre mediante luz. La compañía médica ha celebrado la decisión, asegurando que supone un respaldo a la protección de su propiedad intelectual, afirmando que se trata de un avance relevante tras años de litigios.
Apple, por su parte, ha manifestado su desacuerdo y ha confirmado que presentará recurso ante instancias superiores. La compañía defiende que la patente utilizada por Masimo expiró en 2022 y que parte de las demandas presentadas por la firma californiana ya fueron descartadas o invalidadas. Pese a ello, el jurado considera acreditado que Apple utilizó tecnología cubierta por Masimo en versiones previas del Apple Watch.
La ITC reabre el examen: ¿volverá el veto a los Apple Watch?
La condena coincide con un nuevo frente regulatorio. La ITC ha anunciado que iniciará otro procedimiento para determinar si los modelos actuales del Apple Watch deben seguir sujetos a una prohibición de importación en EE. UU. Esta posibilidad deriva de un fallo previo, emitido en 2023, que vetó la entrada de los Series 9 y Ultra 2 al considerar que también infringían patentes de Masimo.
Para cumplir el veto, Apple retiró temporalmente el sensor de oxígeno en la versión estadounidense y más tarde lanzó una modificación de software que separa la funcionalidad original. Esa actualización fue validada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, lo que permitió a Apple reanudar las ventas. Masimo ha recurrido esa autorización, mientras la tecnológica norteamericana impugna la decisión de la ITC ante un tribunal federal de apelaciones.
Las decisiones de la ITC solo afectan al mercado estadounidense y no se trasladan automáticamente a Europa. Para los usuarios en España, los Apple Watch disponibles mantienen sus funciones habituales y no existe ningún procedimiento equivalente en la Unión Europea.