La Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales ha dictado una sentencia histórica contra Apple, obligando a la compañía estadounidense a abonar 502 millones de dólares a Optis Cellular Technology por el uso de patentes esenciales para el funcionamiento de redes 4G.
Este fallo revierte una decisión anterior del Tribunal Superior británico, que había fijado la indemnización en apenas 56,43 millones de dólares. La nueva cifra no incluye intereses, que podrían elevar considerablemente el total adeudado superando incluso los 700 millones de dólares.
El conflicto judicial entre Apple y Optis comenzó en 2019, cuando la empresa texana —cuyo modelo de negocio se basa exclusivamente en la adquisición y gestión de patentes— presentó una demanda en Londres. Optis alegaba que Apple había utilizado, sin licencia adecuada, tecnologías protegidas por patentes fundamentales para el estándar 4G en dispositivos como iPhone y iPad.
En 2023, el juez Marcus Smith, quien preside el Tribunal de Apelaciones de Competencia del Reino Unido, había dictaminado una compensación anual de cinco millones de dólares, estimando en total unos 60 millones por un periodo extendido. Optis apeló la decisión, argumentando que la valoración era muy inferior al valor real de las licencias involucradas.
El fallo de apelación: un cambio radical en la valoración
El nuevo fallo de la Corte de Apelaciones, suscrito por los jueces Colin Birss, Richard Arnold y Guy Newey, establece una compensación global de 502 millones de dólares (unos 445 millones de euros), correspondientes a un periodo que abarca desde 2013 hasta 2027.
La cifra se basa en un modelo de cálculo que aplica una tarifa FRAND de 0,15 dólares por unidad
La cifra se basa en un modelo de cálculo que aplica una tarifa FRAND (justa, razonable y no discriminatoria) de 0,15 dólares por unidad. Esta tarifa se ajusta a un subconjunto del portafolio de patentes gestionado por Optis, según explica el juez Birss en el texto de la sentencia.
La corte ha tenido en cuenta acuerdos comparables firmados entre Apple y otros titulares de patentes, destacando que el poder de negociación de la empresa tecnológica puede llevar a que algunos licenciatarios acepten tarifas artificialmente bajas.
En palabras del juez Birss: “Existe un grado de ‘hold out’ por parte de Apple. Algunas empresas con participaciones significativas en el conjunto de patentes, como Ericsson, InterDigital o Nokia, han firmado licencias con Apple que implican una valoración más alta del conjunto que aquellas firmadas por licenciatarios con participaciones menores”.
La sentencia refuerza la posibilidad de que los tribunales británicos fijen cuantías globales en casos de licencias SEP sin necesidad de remitirlos nuevamente a tribunales inferiores.
Asimismo, la opinión concurrente del juez Arnold subraya el respeto a la jurisdicción de tribunales extranjeros, rechazando la posibilidad de ordenar la anulación de decisiones judiciales emitidas en Estados Unidos. Este enfoque alejado de una “imperialización judicial”, según sus palabras, podría tener efectos sobre futuras disputas transfronterizas relacionadas con propiedad intelectual.
Apple recurrirá
“Estamos decepcionados por esta resolución y planeamos recurrirla”
Tras conocerse la sentencia, un portavoz de Apple expresó su desacuerdo con la decisión y adelantó que la empresa planea apelar. “Estamos decepcionados por esta resolución y planeamos recurrirla”, asegura, añadiendo que “Optis no fabrica productos, su único negocio es demandar a empresas utilizando patentes que adquieren”.
Si bien Apple aún puede intentar llevar el caso ante la Corte Suprema del Reino Unido, esa vía presenta obstáculos significativos. Mientras tanto, el fallo refuerza la posición de Optis para seguir adelante con litigios paralelos en Estados Unidos, aunque cualquier compensación futura deberá coordinarse con lo ya establecido en Reino Unido para evitar una doble indemnización.