La cifra de basura electrónica producida el pasado año corresponde al peso de 350 cruceros del tamaño del Queen Mary 2, y las expectativas de futuro no son más alentadoras: el informe predicce que los desechos de este tipo de productos alcanzarán las 74 toneladas en 2030, casi el doble en solo 16 años. El mayor aumento de consumo de equipos electrónicos con ciclos de vida cortos y pocas opciones de reparación estarían detrás de este incremento.
Aunque los desechos electrónicos son un peligro para la salud y el medio ambiente, ya que contienen aditivos tóxicos o sustancias peligrosas como el mercurio, que dañan el cerebro humano, solo el 17,4% de ellos se recogió y recicló en 2019. Esto significa que el oro, la plata, el cobre, el platino y otros materiales recuperables de alto valor que se encuentran en estos aparatos se vertieron o quemaron, en lugar de ser recolectados para su posterior tratamiento y reutilización. La suma de todo podría rondar los 57.000 millones de dólares, una cifra mayor que el producto interno bruto de la mayoría de los países.
Asia, la mayor productora de desechos
Por áreas geográficas, Asia generó el mayor volumen de desechos electrónicos en 2019: unas 24,9 Mt, seguida de América (13,1 Mt) y Europa (12 Mt), mientras que África y Oceanía generaron 2,9 Mt y 0,7 Mt, respectivamente. En términos per cápita, los desechos electrónicos del año pasado fueron de unos 7.3 kg por cada persona.
La basura electrónica en 2019 estuvo compuesta principalmente por equipos pequeños (17,4 Mt), equipos grandes (13,1 Mt) y los intercambiadores de calor (10,8 Mt). Las pantallas y monitores, los pequeños equipos informáticos y de telecomunicaciones y las lámparas representaron 6,7 Mt, 4,7 Mt y 0,9 Mt.
Desde 2014, las categorías de desechos electrónicos que aumentan más rápidamente en términos de peso total son: intercambiadores de calor (+7%), equipos grandes (+5%), lámparas y equipos pequeños (+4%). Según el informe, esta tendencia está impulsada por el creciente consumo de esos productos en los países con menores ingresos. Los pequeños equipos de TI y telecomunicaciones han crecido más lentamente, y las pantallas y monitores han mostrado una ligera disminución (-1%).
Políticas e-waste
La gestión adecuada de los desechos electrónicos puede ayudar a mitigar el calentamiento global. Desde 2014, el número de países que han adoptado una política, legislación o regulación nacional sobre residuos electrónicos ha aumentado de 61 a 78. Si bien es una tendencia positiva, está lejos del objetivo establecido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que es aumentar el porcentaje de países con una legislación sobre desechos electrónicos al 50%. En muchas regiones, los avances normativos son lentos, la aplicación es baja y no hay una adecuada recolección gestión de los residuos.