En una carta abierta firmada por 32 asociaciones digitales del continente, DigitalEurope señala que solo el 8% de las empresas en Europa utilizan actualmente la IA, muy lejos del objetivo de la Comisión Europea de alcanzar el 75 por ciento para el año 2030.
Además, señala que apenas el 3% de los "unicornios de la IA" a nivel mundial provienen de la UE, advirtiendo que la competitividad y la estabilidad financiera del continente dependen de la capacidad de las empresas para implementar la IA en áreas como tecnología verde, salud, fabricación y la energía.
Con este fin, la asociación desea que el próximo Ley de IA de la UE, que actualmente se encuentra en las negociaciones finales entre legisladores y Estados miembros, "dé a la IA en Europa una oportunidad justa" al no imponer excesivas trabas en áreas como los modelos fundamentales y la inteligencia artificial de propósito general (GPAI).
"No dejemos que desaparezcan antes de que tengan la oportunidad de crecer, ni les obliguemos a marcharse”
"Para que Europa se convierta en una potencia digital global, necesitamos empresas que puedan liderar la innovación en IA también utilizando modelos fundamentales y GPAI", apuntan en la carta. "Como representantes de la industria digital europea, vemos una gran oportunidad en los modelos fundamentales y en los nuevos jugadores innovadores que surgen en este espacio, muchos de ellos nacidos aquí en Europa. No dejemos que desaparezcan antes de que tengan la oportunidad de crecer, ni les obliguemos a marcharse”, destaca.
Como parte de una lista de recomendaciones, los firmantes respaldaron una propuesta conjunta de Francia, Alemania e Italia para limitar el alcance de las reglas de la IA para modelos fundamentales a ciertos estándares de transparencia.
Así, DigitalEurope argumenta que “la Ley de IA no tiene por qué regular todas las nuevas tecnologías, y apoyamos firmemente que el ámbito de aplicación original del reglamento se centre en los usos de alto riesgo, no en tecnologías específicas”.
La carta también plantea preocupaciones de que la Ley de IA, dada su amplitud, podría superponerse con las reglas de otros sectores como la salud.
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