Desde que Trump se sentase en el Despacho Oval, Estados Unidos ha aprobado diferentes restricciones a la tecnología china poniendo como excusa la seguridad nacional. Las restricciones han provocado un duro golpe al negocio del fabricante chino Huawei que ha visto como su negocio de smartphones se desplomaba a nivel global, principalmente por no poder utilizar los Servicios Móviles de Google, pero también por el impacto en lanzar terminales con 5G.
Sin embargo, esta presión a las tecnológicas chinas impacta también en el negocio de las firmas estadounidenses como Qualcomm e Intel, que ahora piden un freno. Ante esta situación, la SIA ha señalado “las repetidas medidas para imponer restricciones excesivamente amplias, ambiguas y, en ocasiones, unilaterales corren el riesgo de disminuir la competitividad de la industria estadounidense de semiconductores, perturbar las cadenas de suministro, causar una gran incertidumbre en el mercado y provocar continuas represalias escaladas por parte de China”, como la reciente restricción a la exportación de galio y germanio, dos metales utilizados en la fabricación de chips.
China limita la exportación de galio y germanio en un nuevo golpe al mercado de los semiconductores
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Por ello, aseguran desde la SIA que “permitir que la industria siga teniendo acceso al mercado chino, el mayor mercado comercial de semiconductores básicos del mundo, es importante para no socavar el impacto positivo de este esfuerzo”.
La SIA hace un llamamiento a China y Estados Unidos para que “alivien las tensiones y busquen soluciones a través del diálogo, no de una mayor escalada".
En este sentido, la asociación de fabricantes de semiconductores estadounidense hace un llamamiento a China y Estados Unidos para que “alivien las tensiones y busquen soluciones a través del diálogo, no de una mayor escalada".
Asimismo, reclaman a la Administración Biden que se abstenga de “imponer nuevas restricciones hasta que se comprometa más ampliamente con la industria y los expertos a evaluar el impacto de las restricciones actuales y potenciales para determinar si están claramente definidas, se aplican de forma coherente y están plenamente coordinadas con los aliados”.
En esta línea está previsto que directivos de Qualcomm e Intel se reúnan con el Gobierno de Estados Unidos para trasladarles estas peticiones, por lo que fuentes de la industria confían en que la escalada entre ambas potencias se enfríe y es que a pesar de la excusa de la seguridad nacional, el mercado chino representa más de un tercio del mercado global de semiconductores.
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