El juicio, llevado a cabo este martes en Seattle por el juez federal de distrito Richard Jones, concluye con una pena significativamente menor a la solicitada por los fiscales, quienes proponían tres años de cárcel para el magnate de 47 años.
Los fiscales argumentaron que Zhao había promovido un modelo de negocios al estilo del "Salvaje Oeste", facilitando así operaciones de criptomonedas que beneficiaron a grupos terroristas y criminales. Sin embargo, el juez Jones ha decidido una sentencia más leve al no comprobarse que Zhao fuera consciente de que los fondos manejados a través de Binance estuviesen vinculados a actividades delictivas.
La sentencia es el resultado final de un extenso proceso legal centrado en las operaciones de Binance, la plataforma de intercambio de criptomonedas más grande del mundo. La investigación reveló que, entre 2018 y 2022, Binance procesó ilegalmente transacciones por un valor de 800 millones de dólares, incluyendo operaciones no autorizadas con residentes de Irán y financiamiento a Hamás, considerado grupo terrorista por Estados Unidos. La plataforma también fue utilizada para actividades vinculadas a delitos informáticos, como el ransomware.
Ante estas irregularidades, Zhao ha renunciado a su cargo como director ejecutivo de Binance y ha acordado pagar una multa de 50 millones de dólares. Adicionalmente, Binance deberá abonar 4.300 millones de dólares y comprometerse a adoptar medidas rigurosas de supervisión para asegurar el cumplimiento de las leyes contra el lavado de dinero.
El veredicto llega en un momento clave para Zhao, quien residía en Emiratos Árabes Unidos, un país sin tratado de extradición con Estados Unidos. Su decisión de viajar a Seattle para enfrentar los cargos posiblemente ha influido en la reducción de la pena, aunque no ha sido suficiente para evitar la prisión. Aunque Zhao no fue detenido inmediatamente, se espera que cumpla su condena en un centro de detención federal, aún por determinar.
Este caso marca un hito en el país estadounidense, ya que Zhao, con una fortuna estimada en 40.000 millones de dólares y en el puesto 38 de los más ricos del mundo según Bloomberg, se convierte en la persona más rica en ser encarcelada en una prisión federal estadounidense
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