Un grupo de accionistas demanda a Ericsson por las actividades en Irak

Las diferentes demandas cargan contra la compañía señalando que la revelación, por parte de Börje Ekholm, CEO de Ericsson, de las actividades en Irak, que incluyen supuestos pagos al grupo terrorista ISIS, redujo el valor de las acciones.

Los 37 accionistas, entre los que se encuentran fondos de inversión y de pensiones, han presentado demandas separadas ante un tribunal sueco, pero estas acciones están coordinadas, según desvela el diario local Dagens Industri.

En febrero de 2022, Ericsson compartía un informe interno en el que desvelaba supuestos pagos al grupo terrorista ISIS durante sus operaciones en Irak, antes de lo cual sus acciones rozaban los 116 coronas y actualmente se encuentra en unas 53 coronas, periodo en el cual se disparó una guerra en Ucrania, la inflación se ha disparado, se han aprobado nuevas regulaciones y son muchos los cambios que ha ocurrido en el mercado de las telecomunicaciones, por lo que no se puede atribuir directamente esta caída en el valor de las acciones a una única cuestión.

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Ericsson tiene la intención de “defenderse enérgicamente en este asunto”

Así, el proveedor de telecomunicaciones sueco está convencido de su gestión y “rechaza las demandas en su totalidad”. Además, Ericsson tiene la intención de “defenderse enérgicamente en este asunto, que no tiene precedentes en los litigios suecos y es contrario a los principios fundamentales del derecho corporativo sueco", señalan.

Las demandas llegan unos meses después de que el Nasdaq de Estocolmo, la bolsa local, publicase su informe sobre las revelaciones públicas, en el que asegura que "no puede llegar a la conclusión de que el contenido del informe era tal que un inversor razonable habría utilizado dicha información como parte de su decisión de inversión", lo cual no implica el rechazo de estas acusaciones, pero sí que el tratamiento de los datos internos no afectaba a los inversores.

Asimismo, también hace solo unos meses que un tribunal neoyorkino desestimaba el litigio de valores contra Ericsson interpuesto por algunos accionistas. En esta sentencia, el tribunal rechaza en su totalidad las alegaciones del demandante que aseguraba que Ericsson había engañado a los inversores y defiende que la compañía sueca no incumplió ninguna obligación de información a los inversores.