Frente a la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense, habían presentado una demanda varias asociaciones de empresas de telecomunicaciones del país, la cual ha sido rechazada por el Tribunal de Apelaciones del Circuito de Columbia. Con el fin de que Internet no sea declarado un servicio público, todo parece indicar que la coalición de las telecomunicaciones llevará el caso ante el Tribunal Supero, la máxima instancia judicial.
La neutralidad
La FCC sostiene como punto fuerte de Internet como servicio público la “neutralidad de la red” y reivindica que no debe permitirse a los proveedores de Internet ralentizar el acceso a determinadas páginas web. Además, este organismo cree que, de esta manera, se evitaría la creación de canales rápidos de mayor velocidad de navegación para contenidos cuyos creadores hayan pagado previamente a la compañía proveedora.
el propio Obama se ha posicionado a favor de internet como servicio público
De hecho, Tom Wheeler, presidente de la FCC, aseguraba a través de un comunicado que la decisión del Tribunal Federal es una victoria “para los consumidores e innovadores que merecen un acceso sin restricciones en toda la red y asegura que internet siga siendo una plataforma de innovación”.
Falta de legislación
La National Cable and Telecommunications Association o NCTA reclama a los congresistas del país una legislación que pueda poner fina a la actual incertidumbre y promover la inversión al mismo tiempo que se protege a los consumidores. Además, desde la NCTA no creen que este sea el último paso en el debate sobre la regulación de Internet.
En cuanto a los canales rápidos de pago, se trata de un tema realmente controvertido en Estados Unidos. Muchos activistas de internet y grandes compañías como Amazon, eBay, Facebook, Google, Netflix, Microsoft o Yahoo se han posicionado en contra de esta idea. De hecho, el propio Obama se ha posicionado a favor de internet como servicio público, pero los proveedores de acceso muestran su disconformidad ante esta declaración, justificando que perjudicaría la innovación y no habría manera de financiar los avances tecnológicos.
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