El ERE anunciado por la compañía que lidera Ignacio Aguirre es el primero que lleva a cabo este operador tras su fuerte proceso de crecimiento inorgánico en el que han llevado a cabo la compra de 155 operadores en apenas tres años.
Este humilde operador nacido en Marbella en el año 2011 ha disparado en sus últimos años su crecimiento gracias a una agresiva estrategia de compra de operadores locales más pequeños para construir una marca de mayor tamaño que le sitúa entre los cinco principales operadores del país, por detrás de MasOrange, Telefónica, Vodafone y Digi, y por delante de Finetwork.
Esta agresiva estrategia, sin embargo, sufre ahora un importante traspiés con el despido de cerca del 40% de la plantilla, 849 empleados, y que se sitúa entre las mayores operaciones de despidos masivos de la historia de las telecomunicaciones en España.
Según argumentan desde la compañía, “el sector de telecomunicaciones requiere un elevado grado de concentración para ser rentable y sostenible” por ello arrancan tras un proceso de crecimiento la fase de “ajuste y consolidación de su posición y competitividad a largo plazo” con el objetivo de “para corregir el sobredimensionamiento de la estructura de Avatel” para “reducir ineficiencias, así como unos niveles insuficientes de productividad”.
El proceso del ERE arrancó el pasado 12 de abril cuando la compañía comunicó a los sindicatos su intención de llevar a cabo un despido masivo de empleados para reajustar sus activos humanos, pero hasta ahora se desconocía el tamaño de la operación en la empresa que cuenta con 2.100 empleados (entre empleados propios y empleados de compañías que no están absorbidas por la matriz Avatel Telecom S.A.U.).
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