Según el último Estudio de Salud Digital de Zoho, solo el 27% de las empresas en España considera que cuenta con una madurez digital sólida. Una cifra que, aunque mejora respecto a años anteriores, sigue siendo preocupante si se tiene en cuenta que el rendimiento de la inteligencia artificial en áreas clave como ventas, atención al cliente o detección de fraudes puede depender hasta en un 60% del grado de digitalización.
A medida que el comercio electrónico crece y la competencia se intensifica, la presión recae no solo en las ofertas, sino en la infraestructura que las soporta. En ese sentido, herramientas como chatbots, analítica avanzada, detección de anomalías o plataformas de gestión de clientes (CRM) solo resultan eficaces si están apoyadas en sistemas digitales robustos.
De hecho, los datos de Zoho dibujan un contraste nítido entre las empresas que han apostado por una transformación digital completa y aquellas que aún operan con sistemas fragmentados o desactualizados. Por ejemplo, los chatbots alcanzan un retorno del 85% en organizaciones con alta salud digital, frente a un escaso 42% en las que no. Lo mismo ocurre con la inteligencia de datos, cuyo impacto casi triplica su efectividad en empresas digitalmente maduras. Lo más crítico se da en ámbitos sensibles como la detección de fraudes o anomalías operativas, donde las diferencias de rendimiento pueden superar los 60 puntos porcentuales.
En este contexto, las rebajas se convierten en mucho más que una campaña estacional: son una oportunidad para observar cómo responden los sistemas digitales en situaciones de alta demanda, cómo se comporta el consumidor y qué decisiones puede tomar una empresa en tiempo real si cuenta con los datos adecuados.
El informe también refleja una intención creciente de avanzar en esta dirección: el 55% de las empresas encuestadas afirma que planea invertir significativamente en IA, y un 13% ya la está utilizando con resultados visibles. Pero como advierte Suvish Viswanathan, responsable de marketing de Zoho Europa, la tecnología sin estrategia no basta. “En un entorno cada vez más competitivo, la experiencia del cliente debe ser la máxima prioridad. Anticiparse a sus necesidades, personalizar el servicio y crear interacciones memorables no es posible sin una base digital sólida”, señala.
Por otro lado, las cifras de consumo dejan claro que las expectativas son altas. Según ANGED, se prevé un incremento del 8% en el arranque de las rebajas, seguido de un crecimiento del 5% en julio y del 3,9% en agosto respecto al año anterior. Además, el canal online consolida su posición: el 56,7% de las grandes empresas en España ya venden por Internet, frente a un 40,9% de las medianas y un 31,6% de las pequeñas, según Eurostat.
Esta brecha digital, especialmente entre pequeñas y medianas empresas, marca la diferencia entre sobrevivir o destacar en entornos altamente competitivos. Solo quienes invierten en digitalización podrán extraer el máximo potencial de la inteligencia artificial, optimizar sus operaciones y ganar la confianza de clientes cada vez más exigentes.
En definitiva, las rebajas de verano no solo traerán descuentos y oportunidades de compra. También dejarán en evidencia qué empresas están realmente preparadas para competir en el mercado actual y cuáles siguen ancladas en estructuras que no resisten la presión del mundo digital.