En un mercado saturado de móviles que prometen más de lo que cumplen, el Motorola Edge 60 Pro llega con una propuesta diferente: equilibrio.
Sin alardes desmedidos ni cifras infladas, este gama media-premium apuesta por combinar diseño robusto, inteligencia artificial funcional y una experiencia de uso que prioriza lo esencial sin renunciar a lo actual. Una carta de presentación que suena tan sobria como prometedora, en un terreno donde muchas marcas todavía juegan al exceso.
Este Edge 60 Pro no pretende ser el más potente, ni el más innovador, sino que juega en la liga de la sensatez. Su enfoque es claro: ofrecer un terminal bien construido, con una pantalla de alto nivel, un rendimiento más que suficiente y una autonomía generosa, todo ello envuelto en un diseño que no pasa desapercibido. Y lo hace con un lenguaje propio, el de una Motorola que no necesita gritar para ser escuchada.
Diseño: elegante, robusto y bien construido
El Motorola Edge 60 Pro mantiene una línea estética continuista dentro de la gama, pero con mejoras notables en construcción y materiales. Su diseño quad-curvo le permite ofrecer un agarre cómodo y una apariencia más estilizada de lo que sugieren sus dimensiones reales. Con un grosor de 8,2 mm y un peso de 186 gramos, el terminal se siente equilibrado en mano, sin llegar a ser especialmente ligero ni pesado.
El marco es de plástico, pero cuenta con acabados que simulan cuero vegano o nylon técnico, disponibles en colores certificados por Pantone (en esta ocasión hemos podido analizar el modelo que denominan Shadow, una especie de verde grisáceo). Esta elección aporta textura y diferenciación, a la vez que mejora la resistencia al uso diario. En cuanto a botones físicos, incluye un botón lateral programable como acceso directo a funciones de Moto AI, integrado con discreción en el lateral derecho.

Donde realmente destaca el Edge 60 Pro es en su resistencia: está certificado con IP68 e IP69, lo que garantiza protección contra el polvo, inmersiones prolongadas y chorros de agua a alta presión. A ello se suma la conformidad con el estándar militar MIL-STD-810H, lo que lo habilita para soportar condiciones extremas de temperatura, humedad o vibración. En conjunto, un diseño que prioriza durabilidad sin renunciar a la estética.
Pantalla y multimedia
Como ya es habitual en la gama Edge, Motorola apuesta por una pantalla pOLED de 6,67 pulgadas con resolución Full HD+ (2.712 x 1.220 píxeles), que se traduce en una densidad de 446 ppp. El panel ofrece una profundidad de color de 10 bits y soporte para HDR10+, lo que permite una reproducción precisa y rica de los colores, clave para contenidos de alto rango dinámico. Además, cubre el 100% del espacio de color DCI-P3, aportando fidelidad cromática en reproducción multimedia.
La tasa de refresco alcanza los 120 Hz (perdiendo los hasta 144Hz que tenía la generación anterior). La tasa de muestreo táctil también es elevada, lo que se traduce en una respuesta táctil rápida y precisa.

El brillo máximo anunciado alcanza los 1.200 nits, con una visibilidad correcta en exteriores, aunque en la práctica no llega a igualar los niveles de paneles OLED de gama alta. El lector de huellas óptico está integrado bajo la pantalla y responde de forma rápida. Además, no cuenta con Dolby Vision (presente en otros equipos de la competencia), pero sí tiene HDR10+.
En el apartado sonoro, cuenta con altavoces estéreo y soporte para Dolby Atmos, lo que permite una experiencia envolvente. Sin embargo, no dispone de jack de auriculares, algo cada vez más común en los smartphones de cualquier gama.
Rendimiento y experiencia de uso
El Motorola Edge 60 Pro apuesta por un procesador MediaTek Dimensity 8350, una elección que marca un salto importante respecto a generaciones anteriores dentro de la gama alta accesible. Este SoC, fabricado en proceso de 4 nanómetros, integra una CPU de ocho núcleos con arquitectura Arm y una GPU Mali-G615 MC6. Está diseñado para ofrecer eficiencia energética y alto rendimiento en tareas exigentes, como edición de vídeo, fotografía computacional o juegos con gráficos avanzados.
El dispositivo se comercializa en una única configuración de 12 GB de memoria RAM LPDDR5X y 512 GB de almacenamiento interno UFS 4.0 (no ampliable), lo que asegura velocidad en lectura y escritura de datos y una experiencia fluida incluso en multitarea intensiva. Esta combinación sitúa al Edge 60 Pro entre los terminales más solventes de su rango en lo que a rendimiento se refiere.

En el apartado de software, el terminal llega con Android 15 prácticamente puro, reforzado por la capa ligera de personalización de Motorola. Este enfoque mejora la fluidez general del sistema y simplifica la experiencia para los usuarios que prefieren una interfaz sin añadidos innecesarios.
Motorola también incorpora en este modelo funciones de inteligencia artificial centradas en la fotografía, la optimización de batería y el reconocimiento de escenas, integrando una NPU propia (MediaTek NPU 780) como en otros terminales más orientados a la IA generativa, permitiendo algunas funciones como el desenfoque de fondo automático en videollamadas o la gestión inteligente del rendimiento demuestran una implementación práctica del aprendizaje automático.
En el día a día, el Edge 60 Pro responde con soltura: apertura rápida de aplicaciones, transiciones suaves, buena gestión térmica y estabilidad general en juegos de alta carga gráfica. A nivel de conectividad, cuenta con soporte para 5G SA/NSA, WiFi 6E, Bluetooth 5.3 y NFC, completando un perfil técnico muy competitivo dentro de su segmento.

Cámaras
La propuesta fotográfica del Motorola Edge 60 Pro destaca por su sistema de triple cámara trasera optimizado para ofrecer versatilidad y calidad en la captura de imágenes. Su sensor principal es un Sony LYTIA 700C de 50 megapíxeles, con apertura f/1.8, estabilización óptica de imagen (OIS) y enfoque automático multidireccional, lo que le permite capturar fotografías detalladas y con buen rango dinámico tanto en condiciones diurnas como nocturnas.
Acompañando al sensor principal se encuentra una cámara ultra gran angular de 50 megapíxeles con apertura f/2.0, basada en el sensor Samsung JNS. Este módulo ofrece una cobertura de 120 grados y cuenta con enfoque automático, lo que lo hace apto para fotografía macro al permitir enfocarse a corta distancia. El resultado son imágenes con poco ruido, buena nitidez y distorsión mínima en los bordes, aunque sufre cierta pérdida de detalle en condiciones de baja luz.
El tercer componente es un teleobjetivo de 10 megapíxeles con zoom óptico de 3 aumentos, sensor Samsung S5K3K1, apertura f/2.0 y OIS. Este módulo ofrece resultados consistentes, con buena reproducción cromática, contraste equilibrado y nitidez aceptable. Aunque no alcanza el nivel de detalle del sensor principal, su incorporación amplía las posibilidades de encuadre sin depender de recortes digitales.

En cuanto a la cámara frontal, el Edge 60 Pro incorpora un sensor de 50 megapíxeles (Samsung JNS), con apertura f/2.0. Aunque mantiene una buena calidad en las capturas, se ha eliminado el enfoque automático presente en la generación anterior, lo que limita la precisión en primeros planos. Aun así, la representación de tonos de piel y el rango dinámico siguen siendo notables.
El dispositivo permite la grabación de vídeo en 4K a 30 fps con todas sus cámaras, así como grabación a 1080p en múltiples velocidades de fotogramas (hasta 240 fps en cámara lenta). Además, ofrece estabilización electrónica (EIS) activa en todas las resoluciones y lentes. En la práctica, esto se traduce en secuencias de vídeo estables y nítidas, con buen manejo del color y el rango dinámico. Sin embargo, el autofoco puede mostrar algunas imprecisiones en condiciones de poca luz, especialmente en la lente ultra gran angular y el teleobjetivo.
El software de cámara incluye funciones impulsadas por Moto IA, como la mejora automática de imágenes a través del procesamiento de Google Photos directamente desde la app, retoques de balance de blancos, corrección de sombras y aplicación de filtros. Estas herramientas permiten un mayor control creativo sin necesidad de edición posterior intensiva.
Batería: gana en capacidad, pero pierde en velocidad
Uno de los principales cambios respecto al modelo anterior es la batería, que ahora asciende a 6.000 mAh, un aumento considerable respecto a los 4.500 mAh del Edge 50 Pro. Este incremento se traduce en una autonomía de más de 16 horas de uso activo, según pruebas realizadas.
En cuanto a la carga, el Edge 60 Pro admite carga rápida de 90W por cable y 15W inalámbrica, lo que representa un retroceso desde los 125W y 50W del modelo anterior. Curiosamente, Motorola solo comercializa el teléfono con un cargador de 125W, pero el teléfono solo admitirá 90W.
Aun así, logra cargar el 81% en 30 minutos y el 100% en unos 45 minutos, resultados más que aceptables para la mayoría de usuarios. También incorpora opciones para limitar la carga al 80-90% para alargar la vida útil de la batería, lo recomendable si se carga durante la noche.

Conclusión
El Motorola Edge 60 Pro representa una evolución lógica dentro de la gama media-alta de la marca. Ofrece mejoras notables en pantalla, batería y conectividad, mientras mantiene un diseño atractivo y una construcción resistente. No obstante, también sacrifica aspectos como la carga ultrarrápida o el autoenfoque en la cámara frontal.
Para quienes buscan un smartphone fiable, con buena cámara, gran pantalla y autonomía sobresaliente, este modelo cumple sobradamente. Pero si el foco está en el gaming o en selfies de alta calidad, podría haber mejores alternativas en el mercado dentro del mismo rango de precio.
Nota: 8/10
Lo mejor: La pantalla y experiencia
Lo peor: Peores frente al Edge 50 Pro