Las autoridades chinas han instado en las últimas semanas a empresas locales a evitar el uso de procesadores Nvidia H20, especialmente en trabajos vinculados con el gobierno o la seguridad nacional.
La medida, comunicada mediante avisos enviados a diversas compañías, plantea un desafío adicional para Nvidia y Advanced Micro Devices (AMD), que recientemente habían obtenido permiso de Washington para retomar la venta de modelos de gama reducida al mercado chino.
Aunque la restricción no es una prohibición formal, la recomendación es particularmente firme para las aplicaciones críticas. En algunos casos, los avisos incluyen cuestionarios a las empresas sobre su preferencia por chips H20 frente a alternativas locales, la necesidad de esa elección y posibles problemas de seguridad detectados. Esta comunicación coincide con informaciones en medios estatales chinos que ponen en duda la fiabilidad de los H20, algo que Nvidia niega rotundamente.
China es el mayor comprador mundial de semiconductores y la presión de Pekín podría dificultar los planes de ambas compañías para recuperar miles de millones en ingresos perdidos. La situación añade incertidumbre a la decisión del gobierno estadounidense de autorizar exportaciones limitadas, medida que llegó tras meses de restricciones más severas.
El acuerdo entre Washington y las empresas incluye una cláusula sin precedentes: Nvidia y AMD entregarán al Tesoro estadounidense el 15% de los ingresos generados por la venta de estos chips en China. Sin embargo, las recientes directrices de Pekín amenazan con reducir drásticamente esas ventas, cuestionando el sentido estratégico de la concesión.
Seguridad y autosuficiencia tecnológica
Los recelos de las autoridades chinas se basan en dos factores. Por un lado, el temor a que los chips puedan incluir funciones de rastreo o apagado remoto, posibilidad que Nvidia rechaza. Por otro, el impulso de la industria nacional de semiconductores, que busca reducir la dependencia de hardware occidental.
Pekín ya había recomendado en 2023 priorizar componentes locales frente a los H20 y ha establecido requisitos de eficiencia energética que este modelo no cumple. Aun así, no se ha dictado una prohibición formal, en parte porque Huawei, principal proveedor nacional, no logra cubrir toda la demanda de chips avanzados.
El H20, diseñado específicamente para cumplir con las restricciones de exportación estadounidenses, ofrece menor capacidad de cálculo que los modelos más potentes de Nvidia, pero destaca por su ancho de banda de memoria, lo que lo hace idóneo para la fase de inferencia en inteligencia artificial. Grandes tecnológicas chinas como Alibaba y Tencent han mostrado interés en este chip para abaratar costes en este tipo de operaciones, que podrían multiplicarse entre tres y seis veces sin acceso al H20, según estimaciones de funcionarios estadounidenses.