Meta ha dado un nuevo giro a su estrategia en inteligencia artificial (IA). La compañía ha llevado a cabo su cuarta reestructuración interna en apenas medio año, con el objetivo de reforzar sus capacidades y consolidar su apuesta por la superinteligencia, un concepto que la firma define como el siguiente gran salto en sistemas capaces de superar la capacidad humana en múltiples tareas.
Según un memorando interno filtrado por Bloomberg, Meta Superintelligence Labs (MSL), la unidad que agrupa los proyectos más ambiciosos de IA de la compañía, quedará estructurada en cuatro equipos especializados. La decisión busca optimizar la organización y acelerar el desarrollo de modelos avanzados, aprovechando la incorporación reciente de ingenieros procedentes de empresas rivales.
El documento, firmado por Alexandr Wang, director de IA de Meta, señala que “la superinteligencia está llegando y, para tomárnosla en serio, debemos organizarnos en torno a las áreas críticas para alcanzarla: investigación, producto e infraestructura”. Bajo esta premisa, los cuatro equipos definidos son:
- TBD Lab: liderado por el propio Wang, supervisará el desarrollo de modelos de lenguaje a gran escala, entre ellos Llama, la tecnología que sustenta el asistente de IA de Meta.
- FAIR (Fundamental AI Research): el laboratorio histórico de la compañía, centrado en proyectos de investigación a largo plazo. Su liderazgo permanece en manos de Robert Fergus, cofundador del grupo y que regresó a Meta tras su paso por DeepMind.
- Products and Applied Research: encabezado por Nat Friedman, exdirector ejecutivo de GitHub, tendrá la misión de integrar los avances de IA en productos de consumo, como las plataformas sociales y los asistentes virtuales.
- MSL Infra: dirigido por Aparna Ramani, será responsable de la infraestructura necesaria para escalar la IA, incluyendo centros de datos, hardware especializado y sistemas de optimización.
Meta asegura que no habrá despidos asociados a esta reestructuración, que afecta principalmente a la reasignación de roles y a la disolución de equipos anteriores, como el grupo de Fundamentos de AGI (Inteligencia Artificial General), cuyos líderes se incorporarán a proyectos estratégicos dentro de MSL.
Una apuesta multimillonaria para liderar la IA avanzada
El movimiento llega en un contexto de competencia extrema en el sector tecnológico. En este sentido, Meta se enfrenta a gigantes como OpenAI, Google, Microsoft y Anthropic en la carrera por desarrollar modelos cada vez más sofisticados y versátiles. Por ello, su CEO y cofundador, Mark Zuckerberg, se ha implicado personalmente en el proceso, llegando a reclutar de forma directa a ingenieros de primer nivel procedentes de estas compañías.
La compañía ha destinado decenas de miles de millones de dólares a infraestructura y contratación
La compañía ha destinado decenas de miles de millones de dólares a infraestructura y contratación, con planes que podrían superar los cientos de miles de millones en los próximos años. El objetivo es claro: alcanzar sistemas de superinteligencia artificial (ASI) capaces de ejecutar tareas complejas mejor que los humanos, un desafío que no solo implica avances algorítmicos, sino también la construcción de un ecosistema robusto para soportar la demanda computacional.
La reorganización de Meta refleja la dificultad de estabilizar una estructura eficiente en un entorno tan dinámico. Antes de la creación de MSL en junio, la compañía distribuía sus esfuerzos de IA en tres frentes: el laboratorio FAIR, el grupo de productos de IA y el equipo centrado en AGI. Con el nuevo modelo, se busca consolidar estos recursos bajo una misma dirección estratégica.
El equipo de FAIR continuará operando como motor de investigación básica, mientras que el desarrollo aplicado se canalizará hacia productos concretos, un enfoque que pretende acelerar la monetización de los avances en IA. Esta estrategia se produce tras meses de rotación interna y fichajes relevantes, como el propio Alexandr Wang, que llegó a Meta tras liderar Scale AI, compañía en la que Meta invirtió 14.300 millones de dólares en junio.
Foto: Depostiphotos