Huawei ha reactivado el debate global sobre propiedad intelectual al defender que la inteligencia artificial necesita un sistema de patentes propio, distinto del que rige para estándares como 5G o WiFi.
La compañía considera que el actual marco, orientado históricamente hacia tecnologías estandarizadas y ciclos de innovación más lentos, no es adecuado para un ecosistema de IA donde algoritmos, modelos y aplicaciones evolucionan de forma continua y sin un estándar industrial unificado, según han defendido en Pekín durante el Foro de Innovación y Propiedad Intelectual de Huawei, un encuentro que ha reunido a expertos internacionales y en el que la compañía ha hecho balance de su actividad en I+D y del crecimiento de su cartera de patentes.
Un enfoque de patentes centrado en el producto, no estándares
“La IA, a diferencia del 5G, no es un estándar para ningún sector en particular”
Alan Fan, vicepresidente y responsable del Departamento de Propiedad Intelectual de Huawei, ha explicado que el modelo tradicional aplicado a las redes móviles no puede extrapolarse a la inteligencia artificial. “La IA, a diferencia del 5G, no es un estándar para ningún sector en particular”, señala.
Por ello, la compañía defiende que la protección debe seguir una lógica de patentes orientada al producto y a su integración en ecosistemas concretos, en lugar de depender de la lógica basada en estándares.
En este sentido, Fan insiste en que el objetivo de Huawei no es monetizar su cartera de IA mediante royalties, sino proteger tecnologías clave para poder compartirlas con desarrolladores, socios industriales y clientes. “La finalidad de nuestras patentes de IA es salvaguardar el ecosistema y permitir abrirlo a terceros. El propósito no es recaudar tasas”, afirma, de un negocio del que en 2024 ingresó más de 630 millones. Según el directivo, este enfoque resulta especialmente relevante en un entorno donde parte del código se distribuye como open source y requiere mecanismos de protección que garanticen la replicabilidad y la seguridad jurídica.
Open source, ecosistemas y países en desarrollo
Huawei también ha reivindicado el papel de la propiedad intelectual en proyectos de código abierto, un ámbito donde la compañía mantiene iniciativas como OpenHarmony u openEuler. Fan defiendie en concreto que las patentes siguen siendo esenciales incluso en entornos abiertos, ya que permiten que las contribuciones puedan compartirse sin riesgo de apropiaciones indebidas.
En este sentido, Huawei busca equilibrar protección y apertura para facilitar la colaboración global. El fabricante subraya el impacto de su tecnología en economías emergentes. Fan señala que “los países en desarrollo no tienen compañías como Nvidia o Google”, por lo que plataformas como Huawei Cloud, que reúne a más de 8,5 millones de desarrolladores, y las herramientas de IA asociadas permiten impulsar aplicaciones locales y reducir la dependencia tecnológica.
El mensaje se enmarca en la estrategia de la compañía de ampliar su presencia en mercados donde la demanda de infraestructuras digitales y servicios en la nube crece de forma sostenida.
“La innovación abierta es la fuerza que impulsa a la sociedad. Estamos comprometidos con un enfoque abierto y con un entorno que proteja la propiedad intelectual”
Durante el foro, representantes de WIPO, INTA, la Licensing Executives Society International y varias universidades han coincidido en que la inteligencia artificial obliga a revisar la manera en que se protege y se comparte la innovación. La rápida expansión de modelos generativos, la creciente dependencia de algoritmos y la fragmentación regulatoria anticipan un escenario donde los marcos tradicionales podrían resultar insuficientes.
Huawei apuesta por una convivencia entre protección, apertura y responsabilidad compartida. Como ha defendido la directora jurídica de la compañía, Liuping Song, “la innovación abierta es la fuerza que impulsa a la sociedad. Estamos comprometidos con un enfoque abierto y con un entorno que proteja la propiedad intelectual”. El desafío ahora será encontrar un modelo que satisfaga a una industria global donde la IA avanza más rápido que las leyes que intentan regularla.