Prueba Samsung Doss: Doble contra sencillo

Porque, efectivamente, el Doss, casi como su nombre indica, es un “dos” en uno llamado a facilitar, especialmente, la vida de los profesionales que se ven obligados a convivir con el teléfono de la empresa sin renunciar, claro, al suyo propio. Así es que a las pocas horas de iniciar la prueba ya se había convertido en mi fiel compañero de fatigas. El proceso de puesta en marcha y selección de preferencias se resuelve de una manera sencilla, con dos compartimentos interiores, bajo la batería, para alojar el par de tarjetas SIM con las que vamos a trabajar… que no tienen porque ser de la misma compañía de telefonía, y el que lo que ha hecho Samsung con el SGH-D880 es dotarlo de dos procesadores completos, uno para cada tarjeta, de forma que funcionan independientemente. Una vez alojadas en sus respectivas ranuras, el proceso de puesta en marcha es bastante sencillo, porque el propio teléfono se encarga prácticamente de todo. Sólo la primera vez que se pone en marcha hay que configurar los parámetros. Por ejemplo, decidir cuál de las dos tarjetas  será la principal, (a efectos de que cuando hagamos una llamada, si no especificamos lo contrario, el importe se cargue a esa tarjeta) o denominar a cada una con un nombre, por ejemplo el de la empresa y el nuestro propio para luego distinguir no sólo con cargo a cual hacemos la llamada sino de donde procede una entrante, si de la tarjeta propia o de la empresa. Al ponerlo en marcha, en la pantalla, por cierto bastante grande y con una perfecta resolución de colores y nitidez, aparecen dos señales de cobertura diferentes, ya que, como decíamos antes, las SIMs no tienen porqué ser de un mismo operador. El teléfono es deslizante, de manera que cuando está cerrado únicamente vemos la pantalla y unas pocas teclas para manejar las funciones básicas; pero una vez desplegado deja al aire todas sus propiedades y funciones e incluso una cámara de 3 megapíxeles y sistema “autofocus” que nos asegura una excelente calidad de fotografía o de video. Pero con todo, el Doss de Samsung alcanza su zenit cuando tenemos que realizar alguna llamada o la recibimos. Para empezar, los números aparecen grandes y claros en la pantalla. Eso si, antes de pulsar la tecla de llamada,  deberemos decidir a qué abonado la cargaremos. Si no especificamos nada, irá por defecto a la tarjeta principal. Sin embargo, cambiar de una o otra es tan sencillo como pulsar un pequeño botón que está situado en el lateral izquierdo del terminal, justo al lado del de las teclas que suben o bajan el volumen de auricular o del altavoz, si lo tenemos activado. Para las llamadas entrantes sucede algo parecido: dependiendo de a qué número nos hayan llamado, aparecerá en la pantalla (si tenemos el contacto metido en la SIM o en el propio teléfono) el nombre de la persona que llama y si ese registro corresponde a una u otra tarjeta. Por lo demás, posee la mayoría de las funciones de los otros terminales. Es tribanda, GPRS (generación 2,5) por lo que su cobertura está asegurada en la mayoría de los países…y en cuanto a otras características, los mensajes SMS cuentan con el famoso lenguaje predictivo bastante útil a la hora de escribir, Bluetooth con EDR (velocidad de transmisión mejorada) y cable USB. Por último, la batería permite el uso durante un día completo a buena marcha. Alternativas de marcado Uno de los detalles que más llama la atención en el DOSS, es que a la hora de marcar, basta introducir los primeros números en la pantalla y te aparece una lista de todos los abonados que tienes registrados en cualquiera de las dos tarjetas o en el propio teléfono, cuyos primeros dígitos coincidan con esos números. Eso nos puede ayudar a encontrar el número entero, si no nos lo sabemos completo, o a abreviar a la hora de efectuar la llamada.