En Europa se comercializa bajo el nombre de LG KF600 y cuando llegamos a las américas, todos los periodistas europeos lo habíamos probado ya o estábamos en ello. La diferencia… ¿por qué dos nombres? Cuestión de sistemas, en Europa GSM y en los ‘States’ CDMA; y por lo demás… básicamente marketing. Allí es un teléfono exclusivo del operador Verizon (filial americana de Vodafone). En cualquier caso, el mensaje que se nos quería transmitir con nombres como Venus y Virgo (KF 700 en el Viejo Continente) y aquel ambiente Star Wars sólo tenía un significado: son teléfonos estelares y salgan en el paralelo que salgan, lleven el nombre que lleven, lo son.
Multientrada En el KF 600, la pantalla TFT de 262 mil colores está dividida en dos áreas de 2 y 1.5 pulgadas. La gran diferencia entre estas dos zonas es que una es el di
splay propiamente dicho y la otra una superficie de trabajo (track pad) desde la cual se controla todo el teléfono. ¿Nos suena ya el término morphing? En castellano algo así como ‘moldeable’ o ‘transformable’; en este caso significa que en ese pequeño área de comandos aparecen sólo los pulsadores necesarios para cada una de las funciones o acciones que realizamos en cada momento. Además, cada una de nuestras pulsaciones se confirma por una vibración reactiva del terminal (retroalimentación háptica), aunque esta capacidad es configurable. En este pequeño centro de mando podemos, incluso, escribir manualmente (nos parece un sistema un poco lento y no eficaz en un 100%), ya que el KF 600 lleva reconocimiento de escritura. Pero para los más ágiles con el teclado, para esa generación del pulgar a la que le gusta más el toque físico, o para quienes idolatramos el diccionario predictivo (en este caso T9), el terminal se desdobla y aparece un teclado alfanumérico (4x3) diseñado en dámero, que no sólo nos sirve para escribir, sino también para movernos por los menús, ya que el sistema operativo propietario de LG permite navegación numérica (a nosostros nos parece muy ágil).
En reposo Una de las peculiaridades que lo diferencian del resto de los teléfonos del mercado y que lo hace sumamente llamativo es la pantalla de reposo personalizable. ¿Por qué? Porque es divertida. Ocho temas, seis con dibujos de Keith Haring, transforman completamente el teléfono, coordinan la parte inferior y la superior y la llenan de color, movimiento o imagen. Es increíble la cantidad de minutos que se pueden gastar mirando cómo un vampiro vuela de la parte superior a la inferior de la pantalla, como aparece Nessi en el lago o como una pareja contempla un acuario mientras se da un beso. Original; muy original. En el campo de lo negativo, la conectividad. De estos teléfonos tan ‘a la última’ y tan estelares siempre se espera velocidad de conexión, lo mínimo que sea 3G, pero 
a nuestras exigencias como periodistas se tienen que anteponer las del mercado y éste, aún funciona con millones de terminales GPRS que en relación precio calidad priorizan otras funciones que no son la navegación o las descargas. En este caso, además del técnicamente llamado ‘look and field’ (apariencia y sensación), el KF 600 dispone de un avanzado programa de fotografía y vídeo de menús desplegables, con autofocus y estabilizador de imagen, bajo una óptica de 3 Mpx. Como curiosidad, debemos comentar que en función álbum, se muestra, las imágenes en tamaño pequeño y, cuando las abrimos, se activa un zoom que nos permite disfrutarlas en detalle mientras en el área de control aparece la foto y un cuadro que delimita el área que estamos viendo, según el nivel de zoom, sobre el cual podemos posar el dedo y movernos libremente. En la parte superior siempre vemos en grande el área elegida. Navegación, llamadas, extras, multimedia, mensajes, mis cosas, perfiles, agenda y ajustes son los iconos de un menú que encierra la cantidad infinita de funciones que ofrece un terminal del cual sólo podemos decir: novedoso, muy novedoso.
Si (
No(
