Se presentará oficialmente en Noviembre, pero Zonamovilidad ha tenido la oportunidad de probar, prácticamente en primicia, el Sony Ericsson Pureness, un nuevo terminal emblemático de la gama Xperia contrario totalmente a las tendencias del mercado e incluso al concepto de terminal avanzado, 
de smartphone que tuvieron los primeros Xperia. El concepto es: elegancia.
Según el fabricante se trata de un “teléfono de diseño simple que aúna la belleza de lo elemental, de lo artesano, con los conceptos, igualmente básicos, de voz, texto y tiempo. Unas vacaciones de tecnología –aseguran-. Algo que se acerca más al mundo del arte que al de la técnica. Un capricho de los diseñadores del equipo de Sony Ericsson que buscaban ‘esculpir’ un objeto que reflejara la pureza del agua y la sensación de calma cuando el teléfono está en reposo. De hecho, al darle trato de ‘pieza’ especial o emblemática, el Pureness se venderá sólo en algunas tiendas selectas de la cadena de distribución y no en todas las ciudades del mundo”.
Un reloj de sobremesa, un reproductor exclusivo... hemos oído varias sugerencias cuando, apagado, hemos querido que nuestros interlocutores adivinaran qué teníamos entre las manos. De la tradición Sony Ericsson conserva la clara división en dos áreas, pantalla y teclado, pero poco más. Modelo barra (8,5 x 3,5 x 0,80 cm. Aprox.) con batería integrada, las dos cosas que llaman la atención al cogerlo son el diseño y su peso, ya que no recordamos haber tenido en nuestras manos un móvil tan ligero.
Elaborado en pasta brillante y metacrilato, el Pureness apagado simula el efecto de la obsidiana en contraste con el cristal. Una vez pulsada cualquier tecla, una luz brillante rodea el marco y nos deja ver el menú en efecto holograma. De hecho, visto en sentido inverso la pantalla es translúcida y se muestra lo que estamos haciendo y lo que hay al otro lado.
Teclado físico 4x3 dispuesto en cuatro franjas paralelas, en la parte superior sólo tres botones que al encenderse se tornan en siete: colgar/retroceso, llamar/registro, navegador multiposición central con cuatro accesos directos configurables, dos teclas de función, la ‘c’ de borrar y el cuadro de mis accesos directos (que nunca me cansaré de decir que es la herramienta más útil de Sony Ericsson). El menú de este Xperia Pureness se puede configurar como cuadrícula, como iconos independientes (una barra lateral nos indica nuestra posición) o de acuerdo al tema elegido. Asimismo, la pantalla de reposo permite imágenes estáticas o animadas, las cuales, debida a la transparencia y luminosidad del móvil resultan bastante llamativas.
Avance técnico
Pocas son las especificaciones que hasta el momento son públicas: Técnicamente se trata de un teléfono de generación 2.5 (GPRS) desde el cual podemos: enviar y recibir mensajes de texto; correos electrónicos planos (sin documentos adjuntos); mensajes multimedia con música, grabaciones, imágenes predeterminadas, animaciones o emoticonos y entrar en Internet a través de WAP para realizar alguna consulta simple o conectarlo como vía de conexión al ordenador. Lleva una memoria interna de 100 MB y una tarjeta integrada de 2GB). Para la creación de redes personales Bluetooth 2.0 A2DP.
Multimedia
En cuanto a características multim
edia, este Xperia no lleva cámara pero sí reproductor de música y radio FM. En el campo del entretenimiento trae como juego un Pac-Man precargado y lleva TrackID, servicio que nos permite reconocer cualquier fragmento de música, nos da la ficha completa del tema y nos lleva hasta la tienda del operador por si queremos adquirirlo. Aunque se ve mejor de lo que a priori parece, la letra de los submenús resulta pequeña y conviene saber que el brillo de la luz del marco se puede regular. En los laterales del teléfono, sólo dos pulsadores cuadrados y en relieve para el volumen, la cuna de la SIM y el cargador (puerto Sony Ericsson). La batería está integrada. Por detrás, el logo de la marca y un pequeñísimo botón bajo la pantalla para encender o apagar el terminal.
Para momentos especiales
En resumen, el Pureness consigue lo que pretende: dar sensación de elegancia, de exclusividad, de intimidad, de relax y su función es, claramente, sacarlo del bolso o del bolsillo y dejarlo encima de la mesa donde, sin lugar a dudas, no pasará desapercibido. Ver vídeo prueba
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