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Somos víctimas de 'la necesidad de velocidad'

Somos víctimas de "la necesidad de velocidad"

Por Firma invitada
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infozonamovilidades/4/4/18
domingo 29 de julio de 2018, 14:00h

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El estándar 802.11ax del IEEE ya no solo representa velocidad, sino que resuelve algunos de los mayores retos de alta densidad y rendimiento – incrementando la capacidad por cuanto y mejorando la eficiencia espectral para beneficiar tanto la banda de 2.4 GHz como la de 5 GHz.

Echemos un breve vistazo a la historia de las redes inalámbricas (WLAN): en 1999, se anunció la red inalámbrica como ‘algo deseable’ con las ratificaciones de 802.11 a y b. Este estándar tenía velocidades muy bajas (hasta 11 Mbps). En 2003, sin embargo, veían la luz algunos dispositivos móviles que utilizaban la Wi-Fi y los ordenadores portátiles se multiplicaban tanto para uso profesional como personal. Esto fue cuando se ratificó el 802.11g que ofrecía hasta 54 Mbps.

El hecho de aportar una tecnología más rápida no es forzosamente suficiente y hace falta mayor planificación.

Más adelante, en 2007, el nacimiento del smartphone se hizo realidad y llegó el 802.11n. Aunque 11n soportaba múltiples tasas de datos (velocidades), un punto clave era su capacidad para ofrecer 100 Mbps de capacidad útil, lo que era equivalente a la velocidad cableada aceptada en aquel momento, colocando por primera vez a la red inalámbrica a la par con la red cableada.

El estándar ‘n’ aportó también velocidades de procesamiento teóricas más rápidas de hasta 450 Mbps para Wi-Fi y soportaba dispositivos tanto de 2.4 GHz como de 5 GHz. Hoy en día, 802.11ac, se considera la tecnología inalámbrica que nos lleva a la era de la Gigabit Wi-Fi y nos hizo la promesa de una comunicación multiusuario simultánea.

Sin embargo, es importante notar que el mero hecho de aportar una tecnología más rápida no es forzosamente suficiente y hace falta mayor planificación.

¿Cómo resuelve problemas corrientes el estándar 80211ax?

802.11n y 802.11ac han ayudado a alcanzar mayores tasas de datos. En esencia, hemos construido autopistas más grandes y coches más rápidos. Pero esto planteó algunos problemas.

Los problemas a los que se enfrentan los sistemas Wi-Fi de próxima generación incluyen la degradación en la eficiencia del sistema debido a despliegues densos y al tráfico de red con una predominancia de pequeñas tramas de datos (por ejemplo Voice-over-Wi.Fi). Con un número siempre creciente de dispositivos que utilizan la Wi-Fi junto con la emergencia de IoT, las redes Wi-Fi necesitan hacer un mejor trabajo a la hora de gestionar entornos de clientes densos, un mayor tráfico de datos, y un mix diverso de aplicaciones y servicios con requisitos de calidad de servicio (QoS) diferentes.

El 802.11ax aporta Alta Eficiencia, mejora sustancialmente la capacidad, ofrece una mejor cobertura e incluso reduce la congestión.

Hoy, el problema no es lo rápido que la conexión Wi-Fi puede ir, sino si tiene la suficiente capacidad para manejar la creciente demanda de volumen y diversidad de dispositivos y servicios conectados.

El 802.11ax aporta Alta Eficiencia, mejora sustancialmente la capacidad, ofrece una mejor cobertura e incluso reduce la congestión, lo que da como resultado una mejor experiencia de usuario. Se trata de Wi-Fi para el mundo real.

Los estándares y especificaciones 802.11ax están diseñadas para usos densos, con el potencial para docenas de dispositivos que se comunican simultáneamente con cada radio del punto de acceso. Utilizando técnicas Wi-Fi probadas e innovaciones del mundo celular, el estándar 802.11ax está diseñado para incrementar la capacidad en hasta 4 veces, principalmente mejorando la eficiencia y no solo siendo más rápido. Esto ofrece beneficios en bandas tanto de 2.4 GHz como de 5 GHz en varios entornos: hogares, escuelas, empresas, hotspots, aeropuertos, entre otros.

Firma: Alexandra Gates, Directora Senior de Marketing de Producto de Aerohive Networks

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