Prueba Nokia C5. Un ‘low cost’ con aires de grandeza

El Nokia C5, fabricado en plata y con formato candy, se puede adquirir en color blanco o gris y tiene muy claro al público al que se dirige. El nutrido conjunto de opciones multimedia con el que viene de serie (música, vídeo, redes sociales, correo electrónico…) lo convierte en el teléfono ideal para los estudiantes y jóvenes en general. Más aún si se tiene en cuenta su precio, fijado en 135 euros. Las redes sociales son, sin duda alguna, la punta de lanza del teléfono, el cual permite, por ejemplo, mostrar en la misma pantalla de inicio las actualizaciones de Facebook y manejar muchas opciones del programa con apenas un par de golpes de tecla. Tuenti también tiene cabida en el terminal, así como la mensajería instantánea. Muchas de estas opciones se encuentran en Ovi, para lo cual el teléfono muestra un acceso directo al ya popular portal de Nokia. El C5 viene de serie con GPS -una vez más, vuelve a sorprender, y mucho, su precio- y navegación gratuita (mapas y voces de guía). Mucha tecnología y accesible. De hecho, sólo hay que comparar el precio del móvil con el de un dispositivo GPS estándar. En la mayoría de los casos éstos son más caros y, lógicamente, no permiten hacer llamadas, ni fotos, ni vídeos, ni conectarse a Internet o escuchar música… El GPS del Nokia C5 no sólo se puede utilizar para ser guiado en rutas a pie o en coche, también es muy útil a la hora de geolocalizar las fotografías realizadas y conocer siempre dónde se tomó cada instantánea. Las dimensiones de la pantalla son uno de sus puntos flojos, pues su tamaño no ayuda demasiado a interactuar con el teléfono, aunque no se puede pasar por alto que su calidad es de 320x240 píxeles y muestra un abanico cromático de nada menos que 16,7 millones de colores. Quizás una pulgada más de tamaño la hubiera convertido en perfecta, pero no se puede tener todo. Indudablemente, un display más generoso hubiera incrementado el precio final del equipo. Capacidades multimedia Siguiendo con las posibilidades multimedia, viene con una sencilla cámara de 3,2 megapíxeles que permitirá subir fotografías y vídeos a Facebook o a cualquier otra red social, y, además, éstos pueden ir geoetiquetados. El Nokia C5 graba vídeo y se pueden ajustar multitud de parámetros tanto para realizar fotos, como, por ejemplo, ajustar los blancos, disparar con flash (de tipo LED), añadir efecto blanco y negro, sepia, etcétera. Llama especialmente la atención la posibilidad de realizar fotografías panorámicas, para lo cual se van mostrando, paulatinamente y en la parte inferior de la pantalla, las imágenes que se realizan para que el usuario superponga cada captura de forma sencilla y la toma global sea perfecta. En el apartado musical, reproduce mp3, mid, AAC, eAAC, eAAC+, WMA y dispone de una entrada para auriculares estándar de 3,5 milímetros. Merece también mención especial el altavoz del equipo, muy potente, pensado para llevarse la música a cualquier lugar, dado el volumen que puede alcanzar y la calidad de sonido que atesora. En cuanto a la conectividad, carga un chip HSDPA para conectarse a Internet sobre banda ancha móvil. Se trata de una conexión que permitirá tener abierto el navegador y cualquier otra aplicación que trabaje sobre la Red de Redes –por ejemplo el correo electrónico- sin que se vea mermada un ápice la velocidad de conexión. Una lástima que a los técnicos de Nokia no se les haya pasado por la cabeza incluir WiFi en un terminal cuyo público objetivo es el más joven, pero esto –al igual que haber incrementado el tamaño de la pantalla-, habría supuesto aumento de costes y, por lo tanto, un mayor precio final para el usuario, con lo que se habría perdido la filosofía del terminal.