La 5G es el producto estrella para los operadores de telefonía móvil en este momento - hemos oído hablar de sus legendarias rápidas velocidades, su latencia ultra baja y su capacidad para manejar la congestión de la red de una manera que simplemente no hemos experimentado con el 4G. Sin embargo, a pesar de toda la información publicitaria acerca de ello, es probable que todavía estemos a unos cuantos años de un futuro en el que ese sea realmente el caso. Dicho esto, es lógico pensar que deberíamos estar trabajando para construir un nuevo y emocionante futuro de 5G en lugar de tratar de reforzar la tecnología 4G existente
Desafortunadamente, no es tan sencillo - y es demasiado pronto para etiquetar al 4G como una tecnología "antigua". Para empezar, es importante señalar que en 2018, la organización GSMA reveló en un estudio que el 43% del total de las conexiones en el mundo eran en 4G, con un 28% en 3G y un 29% en 2G. Según sus predicciones, en 2025, el 5G sólo representará un 15% de las conexiones, con la gran mayoría aún en 4G. Incluso en América del Norte, donde se predice que habrá el porcentaje más alto de conexiones 5G, el 44% seguirá dependiendo del 4G.
Puede que esto se deba en parte a algunas de las limitaciones de la tecnología 5G. La tecnología de onda milimétrica que es casi sinónimo del 5G proporcionará capacidad adicional y permitirá velocidades súper rápidas; sin embargo, se limitará a transmisiones de corto alcance, requiriendo una línea de visión directa a la celda, sin la interrupción de obstáculos como ventanas, paredes o árboles. El despliegue del 5G en el espectro de sub-6GHz mejorará la cobertura, por supuesto, pero incluso a medida que las redes de 5G crezcan, permanecerán complementadas por las de 4G. Además los despliegues actuales del 5G no son independientes y requieren conexiones 4G para "pasar" la conexión al 5G. Teniendo esto en cuenta, incluso cuando las inversiones se centran en la planificación, la infraestructura y el marketing del 5G, es importante no pasar por alto las mejoras reales que el 4G todavía puede ofrecer a corto plazo.
Faltarían al menos a tres años hasta que la mayoría de los consumidores tuvieran dispositivos compatibles con 5G
Por ejemplo, en Alemania, Deutsche Telekom desplegó recientemente más de 300 emplazamientos LTE por todo el país, extendiendo el servicio LTE a 51.000 hogares que antes sólo disponían de conectividad 3G. Como resultado del cambio, observamos un descenso de la latencia media de 63 ms a sólo 24 ms en uno de los municipios donde se desplegaron los emplazamientos. ¿Cómo se traduciría tal disminución de la latencia? Probablemente una mejora significativa en la conexión para hacer video-llamadas o jugar videojuegos online desde una conexión móvil.
Alrededor del mundo, los operadores han pasado los últimos años instalando tecnología LTE-Advanced como la agregación de operadores y MIMO en decenas de miles de mercados. Estas actualizaciones han impulsado una mejora global constante en las velocidades inalámbricas; además, la mayoría de los teléfonos en uso son compatibles con al menos algunas funciones de LTE-Advanced, en comparación con el puñado de teléfonos que admiten cualquier frecuencia de 5G.
Mantener una red 4G amplia y de alta calidad también es importante para reducir al mínimo la brecha rural/urbana. No sólo la mayoría de las implementaciones actuales y planificadas de 5G se centran en las principales zonas urbanas, sino que las tendencias históricas sugieren que los usuarios urbanos adoptarán dispositivos compatibles con 5G con mayor rapidez. Varios estudios han demostrado que los residentes de las zonas rurales son los menos propensos a poseer un smartphone, lo que indica que estas son más lentas a la hora de adoptar nuevas tecnologías.
Hay que garantizar un servicio 4G ininterrumpido y de alta calidad en las zonas suburbanas y rurales, para el bien de los consumidores que, en general, renuevan su móvil con menos frecuencia
Mientras tanto, otras investigaciones revelan que el público usuario en general está manteniendo sus teléfonos por más tiempo – una media de unos tres años en el caso de los usuarios de los iPhones - lo que significa que faltarían al menos a tres años hasta que la mayoría de los consumidores tuvieran dispositivos compatibles con 5G. En realidad, incluso tres años es probablemente un poco optimista - la compatibilidad 5G no viene "de serie" en todos los nuevos teléfonos y lo más probable es que llegue primero a los dispositivos de gama alta. Por tanto, garantizar un servicio 4G ininterrumpido y de alta calidad en las zonas suburbanas y rurales, para el bien de los consumidores que, en general, renuevan su móvil con menos frecuencia y no necesariamente quieren pagar más por un dispositivo premium, será importante para que nadie se quede atrás en el camino hacia un futuro móvil más rápido y conectado.
Nadie duda del potencial de la tecnología 5G por supuesto, pero es probable que estemos a una década de que los usuarios de móviles puedan esperar una conexión 5G fiable, independientemente de dónde se encuentren. Mientras tanto, las conexiones 5G serán de mayor utilidad para los casos de uso de tecnologías emergentes - vehículos autónomos o fábricas inteligentes, entre otras - en lugar de los casos de uso diario de los smartphones. En un futuro a corto-medio plazo, las tecnologías 4G y 5G tendrán que coexistir, y los operadores deben asegurarse de que no pierden de vista la necesidad de ofrecer mejoras en la experiencia 4G, incluso mientras planifican y desarrollan la revolución 5G.
Leandro Demarchi, Director de Ventas, Sur de Europa y LATAM, Tutela Technologies