El operador francés ha anunciado que, después de levantarse el veto a la portabilidad, la compañía se compromete a limitar su actividad comercial, con o sin portabilidad. En este sentido, Orange considera que “flexibilizar la obligación de suspensión de la portabilidad puede poner en riesgo la seguridad, tanto de los clientes como de los equipos logísticos y técnicos, elevando de manera sustancial el movimiento de personas en una situación crítica de contagio en nuestro país”.
Y es que aunque el proceso administrativo se pueda desarrollar en remoto, la ejecución de los procesos implica el desplazamiento de los agentes técnicos lo que supondría que los empleados del grupo y de las empresas que participan en los procesos de provisión y logística, tendrían que desplazarse a los domicilios de los clientes, tanto para instalación de servicios fijos como para entrega de nuevas SIM o terminales, además de tener que resolver las incidencias que no se pueden solucionar a distancia.
"Orange apela a la responsabilidad del resto de agentes del mercado para que primen la salud pública y el aseguramiento de la continuidad del servicio por encima de los intereses particulares"
Con esta decisión, Orange reduce al mínimo la movilidad de sus empleados, así como la de las plantillas de las contratas y operadores logísticos con los que trabaja, evitando así el estrés en sus plataformas de atención al cliente que están ahora centradas en asegurar los servicios de telecomunicaciones.
Ya hace unos días la compañía llevó al 100% de sus teleoperadores en call centers propios al teletrabajo y es que la teleco asegura que mantener su actividad comercial ahora mismo podría suponer un riesgo al mantenimiento del servicio esencial.
“En estos momentos de urgencia nacional, entendemos que el Gobierno y todos los agentes del país, y más aún las empresas que prestan servicios esenciales para la ciudadanía, tienen un compromiso fundamental con la sociedad. Y por ello, Orange apela a la responsabilidad del resto de agentes del mercado para que primen la salud pública y el aseguramiento de la continuidad del servicio por encima de los intereses particulares, con el objetivo de superar con prontitud esta difícil situación, gracias a la contribución de todos”, ha asegurado la compañía.
Telefónica también limita la actividad comercial
A este movimiento también se suma Telefónica, que preservará la seguridad de sus empleados directos e indirectos frente a su política comercial, comprometiéndose a no llevar a cabo ninguna oferta que implique llevar a técnicos a los domicilios de los hogares de los clientes.
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