Según explica el regulador en un comunicado, varias de las políticas de Xiaomi en este país para reparar defectos infringen las normas de consumo de Italia. En este sentido, el AGCM señala que la empresa se negaba a reparar bajo la garantía legal otros defectos menores en el producto no cubiertos por la garantía, aunque sean sólo cosméticos, como pequeños rasguños no mayores de 5 centésimas de milímetro de ancho y 5 milímetros de largo.
Reparaciones en lugar de sustituciones
Por otro lado, la autoridad competente pone el foco en las actuaciones de la compañía en el servicio de reparación ya que la marca “privó repetidamente al consumidor del bien adquirido” ya que optaba por reparar el equipo en lugar de sustituir los artículos defectuosos y la normativa local señala que la reparación sólo es una solución cuando se resuelve “rápidamente” el defecto.
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El usuario pagaba el envío
Asimismo, el regulador acusa a Xiaomi de cobrar a los usuarios los gastos de envío y verificación en caso de que los reparadores no encontraran problemas de los que fueran responsables. Además, en caso de no realizarse el pago la compañía no devolvía el producto, siempre que optara por no pagar el presupuesto entregador de la reparación fuera de garantía.
El regulador recuerda que "corresponde a Xiaomi verificar la posible existencia del problema denunciado sin cobrar gastos de verificación ni de envío".
Foto: Depositphotos
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