Vodafone lleva varios años estudiando una posible operación corporativa, primero con una fusión fallida con el Grupo MásMóvil y posteriormente con varios intentos de venta se ha saldado con una oferta sobre la mesa de 5.000 millones de euros por parte de Zegona.
Con la operación, Zegona vuelve a apostar por uno de sus hombres de confianza en España, José Miguel García, histórico directivo del sector de las telecomunicaciones en nuestro país. Sin embargo, el propio Eamonn O’Hare, presidente y CEO de Zegona, todavía no ha cerrado el acuerdo con García para su incorporación, aunque fuentes cercanas a la operación han confirmado a Zonamovilidad.es que una vez avance el proceso de compra se espera que paralelamente se acuerde su nombramiento, pendiente simplemente de ajustar los detalles económicos de su incorporación y del propio proyecto.
La nueva Vodafone, bajo el liderazgo de García y con el apoyo económico de O’Hare, se apoyará en tres patas claves: un equipo directivo de gran experiencia con el propio García a la cabeza; una simplificación del negocio y una estabilización de los ingresos, recuperando la senda del crecimiento y de los 4.000 millones de euros de facturación anual.
Para ello, se simplificará el negocio impulsando el segmento de low cost con Lowi como marca principal para competir con otros rivales como Digi y Finetwork, el negocio de empresas (B2B) que siempre ha sido uno de los puntos fuertes de Vodafone y el wholesale, el negocio de alquiler de red a terceros, por lo que se espera que la guerra de precios en este mercado se dispare. Para esto último se pondrá el foco en incorporar ofertas más competitivas que hagan crecer el negocio, sumando clientes de gran tamaño como Finetwork, con quien ya tiene un acuerdo mayorista para la red móvil.
"La red de banda ancha es uno de los activos más importantes del negocio de Vodafone en España, pero su penetración no es muy elevada"
"Con nuestra estrategia claramente definida y nuestro historial comprobado, estamos seguros de que podemos crear valor significativo para los accionistas", defiende O’Hare. “La red de banda ancha es uno de los activos más importantes del negocio de Vodafone en España, pero su penetración no es muy elevada, apenas alcanza el 23% de toda su red, así que vamos a buscar fórmulas para mejorar esta cobertura y para ello tenemos muchas opciones sobre la mesa para sacar mayor valor y optimizar esta red, traer más tráfico hacia ella y hacerla más dinámica”, asegura el CEO y presidente de Zegona.
Quién es José Miguel García
Precisamente, la incorporación de José Miguel es una de las tres patas claves señaladas de cara a sacar rédito a la adquisición. Nacido en 1962 y licenciado en Ingeniería en Electricidad y Electrónica con un Máster en Comunicaciones Digitales por la Universidad Monash de Melbourne, García es un histórico directivo del sector de las telecomunicaciones.
El australiano (apodo por el que se le conoce en el sector por su etapa inicial en el mundo profesional) inició su carrera como consultor de telecomunicaciones y tecnología en Lincoln Scott International (Australia) y también ha sido un Inversor Estratégico y Miembro Asesor del Consejo de varias startups alrededor del mundo durante los últimos 25 años.
Su largo currículum laboral le llevó a ser presidente ejecutivo y CEO en España y Portugal de Case Technology, compañía que cofundó y después dirigió en su adquisición por parte de Cable & Wireless en el año 2000. Asimismo, desde el año 2006 hasta 2015 fue el CEO de la Jazztel, periodo en el que la marca se convirtió en uno de los operadores de más rápido crecimiento en el mercado nacional.
Durante los siguientes años fue miembro del Consejo y vicepresidente de Millicom Group y Consultor Estratégico del Grupo Orange en la transformación de las unidades de negocio europeas de Fix-Mobile. Además, García participó en la adquisición de SQRRL y Briefcam por Amazon y Canon, respectivamente, en 2018. Desde mediados de 2019, el directivo fue CEO de Euskaltel hasta su venta en el año 2021 al Grupo MásMóvil.
Moncloa debe aprobar la operación
Más allá de la hoja de ruta de 4-5 años establecida por Zegona y por la propia Vodafone en esta operación, el fondo británico tiene que pedir autorización al Gobierno por la Ley de Inversiones Extranjeras, así como la aprobación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC), pero confían en lograr todas las aprobaciones en el primer trimestre del año.
Además, desde Zegona confían en que no tendrán problemas para la aprobación regulatoria ya que actualmente el fondo no tiene ninguna inversión en España activa.
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