El coordinador de UGT en Vodafone, Diego Gallart, ha asegurado que “sabemos que es una empresa especializada en despedazar compañías y venderlas a trozos, pero es verdad que cuando estuvieron en Euskaltel y Telecable no hicieron EREs”, por lo que se muestran “expectantes” para que Zegona informe sobre sus planes y confían en que el fondo venga “a construir, más que a mejorar la cuenta de resultados rápido a costa de los trabajadores”.
En esta misma línea se ha referido Comisiones Obreras (CCOO) que a través de un comunicado han mostrado su miedo a que se lleven a cabo despidos en una plantilla que no alcanza los 4.000 empleados, después de los últimos despidos.
"No sería descabellado pensar que esta nueva vuelta de tuerca en el mercado de las telecomunicaciones podría provocar cambios en las redes, precios y plantillas del mercado a nivel global"
“Abstrayéndonos del movimiento accionarial de una empresa especialista en vender sus adquisiciones con plusvalías en unos años, no sería descabellado pensar que esta nueva vuelta de tuerca en el mercado de las telecomunicaciones podría provocar cambios en las redes, precios y plantillas del mercado a nivel global”, aseguran desde CCOO.
El sindicato que lidera Unai Sordo va más allá y defiende que “un grupo empresarial de esta envergadura no puede permitirse dinámicas de simplificación de gastos donde el factor humano sea una de las variables a manejar”.
Asimismo, apuntan que “más allá de apoyar todo lo que sea recuperar el valor de una empresa enraizada en el mercado”, los aspectos laborales tendrán que “ser negociados y consensuados” con los sindicatos, que deben renovar el convenio colectivo que expira a finales de este año tras la última prórroga acordada.
"No queremos futuros modelos de gestión empresarial en los que la responsabilidad social quede en un segundo plano"
Además, el comunicado de CCOO concluye advirtiendo que “no queremos futuros modelos de gestión empresarial en los que la responsabilidad social quede en un segundo plano, afectando con ello de manera negativa a la negociación colectiva y al diálogo social, pues, de ser así, se encontrarán nuestro más enérgico rechazo”.
En esta línea, los principales sindicatos han contacto con el equipo directivo de la compañía para reclamar una reunión en la que se aclare el impacto laboral de la operación de venta de Vodafone España.
Zegona no habla de despidos
Por el momento, en todas sus comunicaciones oficiales y en las ruedas de prensa ofrecidas, desde el fondo británico no se han mencionado los despidos como una posibilidad para crear valor en Vodafone España, pero sí se ha señalado la importancia de llevar a cabo ajustes de costes.
El temor de una plantilla que ha visto como su capital humano se reducía en más de 3.200 empleados en diez años recuerda lo ocurrido en Euskaltel, donde casi un centenar de profesionales, en su mayoría directivos, perdieron su puesto de trabajo tras la llegada del fondo.
En esta ocasión, Eamonn O´Hare, presidente y CEO de Zegona, ha defendido que no buscan “medidas rápidas” para rentabilizar las operaciones, pero en la documentación oficial se señala la intención de “reducir la burocracia” y simplificar las estructuras operativas, lo que en el mundo empresarial se traduce generalmente en despidos.
Lo que sí está claro es que Mário Vaz, el reputado directivo portugués que venía a salvar la compañía, dejará Vodafone España una vez la operación se complete y que Zegona pondrá en su lugar a José Miguel García, por lo que es más que probable que la primera línea directiva también sufra cambios para incorporar a las personas de confianza de “el australiano”.
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