Prueba Motorola RAZR TX910. Un paso al frente

¿Diseño? Formato PDA, biselado y redondeado en los bordes. Su grosor se debe medir en dos propuestas; ya que en la parte superior, donde se aloja la cámara y el altavoz, mide 10,7 mm, pero el resto tiene sólo 7,1 mm, y si optamos por el segundo dato se convierte en uno de los móviles más finos probados en nuestra redacción hasta el momento. Además, lleva un frontal cubierto por cristal resistente (Gorilla Glass) y la trasera, con material gomoso y con un dibujo transversal bicolor en el cual resalta el logo de la marca.

La pantalla multitáctil tiene 4,3” de diagonal y resolución qHD (dejamos aparte el debate de la densidad de píxeles, ya que hay partidarios y detractores de las matrices PenTile, pero el usuario común consideramos que no lo percibe).
¿Cámara? De 8 Mpx con autofocus, estabilizador de imágenes, detección de caras, flash de LED, software asociado y geoetiquetado, entre otras cosas. Además, dispone de cámara frontal para facilitar las fotos personales, la videollamada o la última moda al respecto el video chat, algo que poco a poco se irá imponiendo porque el ancho de las redes y el mayor rendimiento de la batería lo facilitan. En cuanto al vídeo (1080@30 fps), graba y emite en alta definición además de reproducir en cámara lenta.
¿Conectividad? Pues seguro que aquí gastamos el resto del espacio adjudicado a la prueba. La transmisión de datos se realiza a través de GPRS Clase 12 (cinco slots activos y dispone de cuatro en bajada y cuatro en subida); es cuatribanda en 2G y 3G y las velocidades de transmisión alcanzan picos de 14,4 Mbps en descarga y los 5,76 Mbps ascendentes (ya hay muchas redes que lo soportan). Además, ofrece WiFi (802.11 b/g/n/ para una mejor transmisión de imágenes en movimiento), puede actuar de punto de acceso para otros terminales (tethering) y soporta el protocolo DLNA de compartir archivos entre dispositivos de diferentes familias. Es cierto que aún no se ha unido a la última moda WiFidirect o WiFi 802.11a, pero en principio, es suficiente. Por cierto, cuando detecta redes disponibles nos avisa con una ‘?’
¿Más? Por supuesto; la última versión de Bluetooth (4.0), con BLE (menor gasto de batería y menor latencia) y EDR para optimizar la transmisión. También, puerto miniHDMI para transferencias multimedia en alta definición; A-GPS con recepción Glonass cuyo fin es procurar una geolocalización más exacta y casi universal; cable microUSB/USB porque siempre hay un momento en que lo necesitamos y Dock Station para convertir el móvil en un mini ordenador a través de los accesorios Motorola (web top).
¿Memoria? 16 GB con tarjeta externa MicroSD con capacidad hasta de 32 GB y 1 GB de RAM. Nunca he llegado a guardar tanto contenido en el móvil, aunque ahora sirva también de servidor de contenidos que podemos disfrutar en el televisor, el ordenador, etc.
¿Batería? La mayor que se implementa en telefonía móvil: Li-Ion 1.780 mAh, lo cual nos permite usos intensivos sin mayor problema.
¿Sonido? La transmisión de voz es nítida y lleva sistema de cancelación de ruidos; mientras que lo hemos probado no hemos tenido cortes (todo un éxito hoy en día, sobre todo en terminales americanos) y el altavoz exterior es muy potente. No falta la salida de audio de 3.5 mm.
Y así podríamos seguir hasta el final, si no fuera porque conviene hablar del interfaz de usuario y de la experiencia de uso, ya que aunque todos los Android cargados con la misma versión de sistema operativo, en este caso Gingerbread, ofrecen un uso similar, cada uno tiene alguna peculiaridad; por ejemplo el diseño de los iconos, incluidos los de la barra de tareas (más diferenciados) o la pantalla de reposo/desbloqueo que no sólo nos da la fecha y la hora sino algunas alarmas y, además, nos facilita activar la cámara con un toque o poner el móvil en silencio sin desbloquearlo.
El resto, hay que experimentarlo porque da mucho juego.

Recursos

Hace falta mucho más que un manual para contar los mil detalles, o usos del RAZR; sin embargo, a primera vista podemos destacar la peculiar disposición del widget de contactos favoritos (más discreta, ya que se despliega) o el salvapantallas de Accuwether que viene de serie, ya que de fondo refleja el tiempo, con un toque nos da la temperatura de nuestra ciudad y con dos abre la web del popular ‘meteórologo digital’. De hecho, inspeccionar todo lo que nos ofrece el móvil cuando realizamos una pulsación prolongada es más que interesante y mejor que echarnos una partida de nuestro juego favorito.