La controversia surge a raíz de un proyecto de ley en Estados Unidos que amenaza con prohibir el uso de TikTok en el país, una aplicación que es propiedad de la empresa ByteDance, a menos que esta se desvincule de su matriz y sea adquirida por inversores estadounidenses.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, durante una rueda de prensa, ha manifestado que la medida propuesta por la Cámara de Representantes estadounidense va en contra de los principios de competencia leal y las normativas económicas y comerciales internacionales. Wenbin argumenta que estas acciones de Estados Unidos distorsionan la imagen del país frente al principio de libre competencia, sugiriendo que tales políticas podrían tener implicaciones negativas a nivel global.
El portavoz ha señalado que, bajo la justificación de proteger la seguridad nacional, Estados Unidos no ha presentado evidencias concretas que demuestren que TikTok representa una amenaza. Esta situación, según Wenbin, es un claro ejemplo de cómo Estados Unidos utiliza su poder estatal para reprimir arbitrariamente a empresas extranjeras prominentes, lo cual califica de actitud injusta y de "lógica completamente mafiosa".
Además, al ser consultado sobre la presencia de tecnológicas estadounidenses como YouTube, Facebook e Instagram en China, Wenbin ha asegurado que la situación es completamente distinta a la de TikTok. Desde Pekín, se defiende la postura de que cualquier plataforma o servicio extranjero es bienvenido en el mercado chino, siempre y cuando se adhiera a las leyes y regulaciones del país.
Este conflicto entre Estados Unidos y China por el caso de TikTok destaca las tensiones crecientes en el ámbito tecnológico y digital, poniendo de manifiesto las diferencias en cuanto a regulaciones, seguridad nacional y el acceso a mercados entre ambas potencias.
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