El proceso legal en Estados Unidos permite que al realizarse una demanda colectiva ante una serie de productos, en este caso modelos de iPod que fueron afectados por las actualizaciones de iTunes entre el 12 de septiembre de septiembre 2006 y 31 de marzo de 2009 en Estados Unidos, quienes puedan haberse visto afectados se incluyan o activen un proceso de exclusión del litigio.
En la notificación que reciben los posibles afectados, que además deben haber adquirido el iPod o en la web de Apple o directamente en sus tiendas, la citada Corte Federal de Distrito advierte que la demanda ha sido aceptada, y que Apple aún no ha sido declarada culpable, debido a que se mantiene abierto un proceso de investigación.
La demanda alega que las actualizaciones de software hicieron además que se incrementaran los precios de los dispositivos musicales. Apple, por su parte, ha negado haber cometido error alguno, y ha afirmado que las actualizaciones impugnadas pretendían mejorar sus productos, eran buenas para los consumidores, y no significaban un aumento en los precios de los iPod afectados. El tribunal mantiene el juicio, y aún no ha dictado sentencia alguna.