Según el estudio sólo el 4% del público sigue utilizando el servicio, el porcentaje es muy bajo con respecto a lo que sucedía con los mapas de Google que llegaba a 25%.
La investigación se ha basado en un muestreo de los datos de 5.000 usuarios antes y después del momento cero – el día de la actualización – y aunque el estudio es de pequeñas proporciones, permite hacerse una idea del impacto de la defectuosa aplicación de mapas de Apple.