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TV móvil, el último eslabón hacia una sociedad nómada.

miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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El mensaje es uno: la convergencia digital alcanza su máximo exponente. Teléfono, cámara, reproductor, agenda electrónica, mini ordenador… y ahora televisión.  Por fin Europa sigue el camino marcado por los asiáticos y, primero Finlandia y ahora otros países, entre los que se encuentra España, realizan pruebas técnicas y perfilan el modelo de negocio de lo que será el boom del 2006. Un autobús, un parque, una cafetería, una sala de espera…

En cualquier parte y a cualquier hora los ciudadanos podremos ver una película, los informativos o el capítulo correspondiente de ese serial que seguimos y que ese día no podemos ver. Técnicamente se llama DVB-H Helsinki. 8 de agosto de 2005. El Estadio Olímpico vibraba expectante a pesar de las adversas condiciones meteorológicas. Los finlandeses esperaban la prueba cúlmen del deporte nacional: el lanzamiento de jabalina, mientras, los atletas españoles luchaban contra el frío y el agua en la pista de salto de longitud y en las pruebas de medio fondo. A unos metros, los patrocinadores tenían sus ‘hospitality tents’ (casetas), donde atendían de forma exquisita a sus invitados, pero la carpa de Nokia contaba con un ‘valor añadido’: celulares modelo 7710 con antena de televisión integrada (SU-22) en la carcasa, capacidad para tres horas de visionado, línea de datos interactiva y varios canales de televisión para elegir (Yle 1 y 2, Eurosport, CNN, etc.), además de señales de cámaras específicas para pruebas determinadas, de forma que si la señal multilateral emitía una carrera y el televidente prefería ver la pértiga, podía conectar con la competición de su interés en directo. Imagen nítida, tamaño de pantalla sorprendentemente suficiente, libertad de movimiento…en definitiva, una experiencia con tintes de ciencia ficción pero de patente realidad. Sobra decir que, con el mismo terminal, se podía hacer fotos de la competición, pasarlas a papel en las impresoras Bluetooth, navegar por Internet, hablar por teléfono, jugar e incluso escribir correos y enviarlos.

Las pruebas Como es de suponer, los hechos narrados no son producto de una avezada imaginación o de un texto de Julio Verne, no. Por el contrario, se trata de la última fase de una prueba piloto realizada en el área metropolitana de Helsinki entre 500 usuarios de diferentes edades, a quienes se les entregó un Nokia 7710 con antena de televisión integrada, para su uso y disfrute entre los meses de marzo y junio. La prueba incluía unos planes de precio (básico, premium y PPV) que oscilaba entre los cinco y los diez euros mensuales los cuales comprendían hasta diez canales de televisión y tres de radio. El resultado fue muy satisfactorio, con un uso medio superior a los 30 minutos diarios y un 58% de usuarios convencidos de que el servicio será un éxito. Y, aunque una prueba similar o semejante se llevará a cabo en España a partir de septiembre, el lanzamiento definitivo al mercado Europeo tendrá lugar en el 2006, una vez finalizados los testeos, la estandarización y la regularización total del sistema; ya que, entre otras cosas, dos de los componentes esenciales de este negocio, el operador y el radiodifusor requieren licencias estatales. Negocio de varios Fabricantes de terminales, centros de producción de contenidos, los ya mencionados operadores de red de radiotelevisión y de telefonía son elementos indispensables en este negocio que surgió de dos iniciativas: por un lado, en septiembre de 2004 Motorola, NEC, Nokia, Siemens y Sony Ericsson anunciaron su cooperación en el llamado ‘Mobile Broadcast Services’, un grupo de trabajo que debía redactar las especificaciones necesarias para llevar la radiodifusión a los móviles, ofrecer servicios y abrir un nuevo mercado; por otro, en Alemania, Nokia Philips, Estudios Universal y Vodafone unieron sus fuerzas para crear el ‘bmco-project group’ con el fin de investigar las nuevas oportunidades de este negocio. Unos y otros debían contar, igualmente, con un agente indispensable: los organismos reguladores que garanticen la existencia de espectro suficiente no sólo para realizar las pruebas, sino para mantener, a largo plazo, el negocio resultante de la transición paulatina entre el programa piloto y la comercialización. Así, en 2006, por tarde, las autoridades de cada país deben considerar la difusión móvil de televisión a la hora de realizar el reparto nacional de espectro.

Tres mil millones de televidentes itinerantes ¿Pero qué significa todo esto? Richard Sharp, vicepresidente de la división Rich Media de Nokia explicaba recientemente en Finlandia que televisión móvil es la combinación de una emisión específica, un pequeño receptor de televisión digital y la experiencia de ver y grabar programas, interactuar con los mismos y con otros televidentes. Aunque, también, la capacidad de acceder a los servicios on-line de los operadores, alquilar o comprar películas, videos o magacines televisivos, descargarlos en el teléfono y disfrutarlos; o, incluso, realizar la descarga en el ordenador, efectuar una sincronización y transferirlos al móvil. Las claves del sistema no son otras que: digitalización, miniaturización, movilidad, conectividad y usuarios. Así, para 2010 se espera haya tres mil millones de usuarios de terminales móviles y la misma cifra de televidentes itinerantes que dedicarán parte de su tiempo de ocio a esta actividad. ¿Qué se requiere para alcanzar el objetivo? Buena imagen, buen sonido, buenos servicios, una buena selección de canales, facilidad de uso, terminales individuales y una contraprestación adecuada al valor de su dinero. ¿Quiénes son necesarios? Como ya hemos dicho, para alcanzar una meta común es imprescindible que los actores lleguen a un acuerdo equilibrado. Así, proveedores de contenidos (productoras), canales de televisión, difusores de señal, fabricantes de terminales y operadores de telefonía bajo cuya responsabilidad queda la facturación, la comercialización y post-venta, así como la provisión de un canal de datos compatible, deben trabajar al unísono. ¿Dónde lo veremos? Aunque Japón y Corea han sido países pioneros, donde hace ya casi un año disfrutan de servicios de televisión itinerante, también es verdad que utilizan otra plataforma y otro sistema, el DVB-S o sistema satelital. España, Holanda, Australia, Finlandia, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Sudáfrica, Taiwán, Malasia, Francia y Suiza son los países que a lo largo de 2005 están estructurado sus arquitecturas DVB-H y realizado pruebas piloto con objetivos comerciales. El futuro, como el pasado remoto, se escribe en imágenes.

Tres mil millones de televidentes itinerantes ¿Pero qué significa todo esto? Richard Sharp, vicepresidente de la división Rich Media de Nokia explicaba recientemente en Finlandia que televisión móvil es la combinación de una emisión específica, un pequeño receptor de televisión digital y la experiencia de ver y grabar programas, interactuar con los mismos y con otros televidentes. Aunque, también, la capacidad de acceder a los servicios on-line de los operadores, alquilar o comprar películas, videos o magacines televisivos, descargarlos en el teléfono y disfrutarlos; o, incluso, realizar la descarga en el ordenador, efectuar una sincronización y transferirlos al móvil. Las claves del sistema no son otras que: digitalización, miniaturización, movilidad, conectividad y usuarios. Así, para 2010 se espera haya tres mil millones de usuarios de terminales móviles y la misma cifra de televidentes itinerantes que dedicarán parte de su tiempo de ocio a esta actividad. ¿Qué se requiere para alcanzar el objetivo? Buena imagen, buen sonido, buenos servicios, una buena selección de canales, facilidad de uso, terminales individuales y una contraprestación adecuada al valor de su dinero. ¿Quiénes son necesarios? Como ya hemos dicho, para alcanzar una meta común es imprescindible que los actores lleguen a un acuerdo equilibrado. Así, proveedores de contenidos (productoras), canales de televisión, difusores de señal, fabricantes de terminales y operadores de telefonía bajo cuya responsabilidad queda la facturación, la comercialización y post-venta, así como la provisión de un canal de datos compatible, deben trabajar al unísono. ¿Dónde lo veremos? Aunque Japón y Corea han sido países pioneros, donde hace ya casi un año disfrutan de servicios de televisión itinerante, también es verdad que utilizan otra plataforma y otro sistema, el DVB-S o sistema satelital. España, Holanda, Australia, Finlandia, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Sudáfrica, Taiwán, Malasia, Francia y Suiza son los países que a lo largo de 2005 están estructurado sus arquitecturas DVB-H y realizado pruebas piloto con objetivos comerciales. El futuro, como el pasado remoto, se escribe en imágenes.

El sistema español, DVB-T/H El estándar DVB-T (Digital Video Broadcasting-Terrestrial) ha sido el más aceptado a nivel mundial y se le ha asignado la banda de espectro de 470-890MHz. Pero dentro de los diferentes sistemas de televisión digital terrestre, existe uno, aprobado por la ETSI (European Telecommunications Standards Institute) en noviembre de 2004, optimizado para los servicios móviles: el DVB-H; donde la ‘H’ responde a la palabra inglesa Handheld que podemos traducir como terminal de mano o portátil (PDAs, teléfonos celulares, etc.). Actualmente existen básicamente tres plataformas que encierran las diferentes opciones técnicas que se han barajado para llevar la televisión a los móviles: la televisión digital terrestre (DVB-T), la satelital (DVB – S) y la celular a través de redes 3G-HSDPA. Estas soluciones se pueden adoptar de forma integral o combinándolas entre sí (ver TyC junio 2005) y cada una de ellas tiene múltiples alternativas. Pero la clave para llegar a hacer realidad la televisión móvil es, básicamente, una combinación de la televisión tradicional con desarrollos específicos para dispositivos de mano: recepción inalámbrica, pantallas y antenas pequeñas, cobertura en interiores y baterías potentes. Y el resultado concreto de un largo proceso de investigación, desarrollo y optimización se llama IP Datacasting sobre DVB-H, o, lo que es lo mismo, una línea de datos de Internet que se combina con una red de telefonía móvil (para facturar, ofrecer servicios interactivos y posventa) y un sistema específico de transmisión de televisión, el cual: - Permite la transmisión simultánea de múltiples canales de televisión y radio –hasta 55 con posibilidades de aumentar-. - Parte de una tecnología ya implantada, la televisión digital terrestre, y utiliza parte de sus componentes. - Ofrece una experiencia de usuario muy satisfactoria con sistemas de bajo consumo de batería, guías de programación y buena cobertura en interiores. - La calidad de la imagen es excelente, muy similar a la utilizada por el sistema VHS. - Contempla un sistema de seguridad que garantiza la facturación, la encriptación y la descarga. Y se calcula que en 2006, 300 millones de personas podrán recibir la señal.

En pruebas El 4 de julio de 2005, Albertis Telecom (dueño de las infraestructuras de telecomunicaciones para difusión de la señal de radiotelevisión), Nokia (fabricante de terminales y proveedor de IP Datacasting) y Telefónica Móviles (operador) firmaron un acuerdo para realizar una prueba piloto en la que, además, participan las principales cadenas de televisión española: TVE, Antena3, Tele5, Telemadrid, TV3 y Sogecalble. Los conejillos de indias serán 500 ciudadanos seleccionados en Madrid y Barcelona a los cuales se les entregará, igual que en Helsinki, un Nokia 7710 con acceso a las cadenas mencionadas y a los servicios interactivos y de datos asociados a la programación. En el campo técnico, y siguiendo las recomendaciones del foro DVB-H, se utilizarán frecuencias de la Banda IV de UHF (470/650 Mhz) y los canales 22 para Barcelona y 27 para Madrid. A este respecto, hay que añadir que el número total de canales que se podrán emitir a través de TDT móvil (nominación castellana de DVB-H) dependerá de factores de modulación, codificación, etc. y que la asignación de canales en las bandas aún no está realizada ni cerrado el mecanismo de concesión. Por tanto, cualquier difusor podría emitir en un futuro. Por último, y para quien tenga curiosidad, aclarar que los terminales podrán ser GPRS o UMTS (2,5 o 3G), ya que, al ser la función del operador disponer de servicios interactivos, provisión de servicio, facturación y atención al cliente, el ancho de banda GPRS resulta más que suficiente en este momento. ¿El futuro? Quien sabe, es probable que hable de HSDPA.

 

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