El 17 de enero es la fecha fijada para que Barack Obama de la cara ante el pueblo estadounidense y el mundo entero, y explique qué hará con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Según el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney, este viernes sabremos si habrá modificaciones o no a los actuales y polémicos programas de vigilancia medianto los cuales Estados Unidos ha recopilado datos de millones de usuarios.
La semana pasada Obama se reunió con los diferentes sectores interesados en el asunto, y recogió más de 40 recomendaciones de un informe elaborado por un comité independiente.
Entre las propuestas de ese panel destaca la de trasladar el programa de seguimiento de llamadas, ahora en manos de la NSA, a las compañías telefónicas o una tercera empresa independiente del sector privado.
“Hemos dejado claro cuando se lanzó el informe que el presidente considera todas las recomendaciones dignas de consideración seria”, dijo Carney a los periodistas.
“El objetivo que el presidente ha establecido aquí es tomar las medidas que creen más transparencia, introducir reformas que mejoren el sistema de una manera que le den al pueblo estadunidense más confianza”, agregó el portavoz.