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Truphone da voz y datos a la Volvo Ocean Race

Truphone da voz y datos a la Volvo Ocean Race

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Alicante está preparado para recibir la competición de vela más extrema del mundo, la Volvo Ocean Race. Tras el pistoletazo de salida en la ciudad mediterránea, más de 600 participantes se lanzarán al mar soñando llegar en junio de 2015 a Suecia. El medio de comunicación con su mundo y con el mundo en general tiene nombre de multinacional: Truphone.

El operador móvil Truphone ha anunciado que proporcionará las comunicaciones móviles a la Volvo Ocean Race. Lo hará en once países y cinco océanos distintos tras el inicio en Alicante, el 4 de octubre, hasta el 27 de junio de 2015. De esta manera, la competición dispondrá de mayor calidad de llamadas y mayor velocidad en datos internacionales.

Considerada la carrera más difícil que se disputa en el mundo, las tripulaciones no esperan compensación dineraria sino la satisfacción de haber superado un reto extremo. Este año, con veleros idénticos que alcanzan ya los 40 nudos por hora, y en cuya elaboración también ha participado España, se abordará el recorrido más largo de la historia. Durabilidad, resistencia y seguridad son los términos clave por ende de este acontecimiento. Comunicaciones multimedia y multiplataforma, el signo palpable del desembarco del siglo XXI en la VOR.

De la llamada única al ‘reality’
En 1993, primer año del trofeo, era la cervecera Heineken el patrocinador oficial y la única manera de obtener datos de las embarcaciones, de saber cómo o dónde estaban, de entablar una conversación era a través de una llamada de teléfono fijo al llegar a un puerto. Entre etapas, sólo inquietud y alguna que otra cerveza para amenizar la espera.

Llegó entonces el fax y mejoró ligeramente la situación; las comunicaciones satelitales, el objeto de excepción. Pero todo queda muy lejos cuando, hoy, nos enfrentamos a una carrera con tintes de ‘reality show’, donde una serie de cámaras y micrófonos, estratégicamente posicionados y protegidos, controlados a través de una aplicación, graban y envían información continuamente a un sofisticado centro de control. Allí se realiza el seguimiento minuto a minuto, se vela por la reglas de la competición y por la seguridad de sus participantes, se realizan análisis de big data a través de 37 puntos de control a bordo que emiten sin descanso, se elaboran los archivos recibidos y se publican resultados en siete idiomas. Uno de los impactos que alcanza de inmediatos los más recónditos lugares del mundo son los contenidos digitales multiformato, los cuales se pueden disfrutar desde móviles, tabletas, ordenadores o televisión. El espectáculo está servido.

Para mayor sensación, a la tripulación habitual se ha sumado un reportero a bordo cuya misión es escribir, editar vídeo, doblar, etc; trabajo que realiza desde un estrechísimo e inestable puesto de trabajo en el interior del casco. “Hoy en día las historias humanas funcionan -aseguran los organizadores-, los dramas, el peligro, la lucha agotadora contra una naturaleza impredecible ante la que nada puedes hacer; esta carrera nunca para”.

Truphone al habla
La propia naturaleza de la carrera, la duración, la cantidad de mares diferentes que surcan los veleros, los números países que costean, la cantidad de puertos a los que llegan se asocia, per se, a la imperante necesidad de comunicación bidireccional y un término técnico no por antipático menos reclamado: la itinerancia o roaming.

Para entender los costes que la comunicación entre países conlleva, hay que tener en cuenta que la forma en que están estructuradas las redes tradicionales: la existencia de un único Punto de Presencia (POP) o de interconexión de llamadas por estado y operador, de forma que si desde nuestro teléfono español pedimos una pizza en Nueva York, la señal recorre una gran distancia, se conmuta localmente y regresa a la Gran Manzana para satisfacer nuestra petición. Este sistema conlleva las lógicas pérdidas de calidad y de velocidad.
“Truphone dispone de un ‘hub’ de control para todo el mundo; tiene acuerdos de acceso radio (RAN) en ocho países y seis POP en cuatro continentes, de forma que el tráfico desde cualquiera de las 200 naciones en que operamos se enruta hacia el POP más cercano -explica Ana Isabel Hernández Diez, directora de marketing del OMV multinacional-; lo cual, nos permite ser un operador móvil sin fronteras, con menos latencia y menor coste por llamada. Además, damos servicio local con número local allá donde se encuentra el cliente porque la IMSI (Identidad Internacional del Abonado a un Móvil, integrada en la SIM) es multinumeración y el sistema identifica cuál se debe asignar al llamante”.
“Lo más importante, continúa, es que nunca se pierde el contacto porque el buzón de voz va vinculado a una única SIM y las llamadas, vengan de donde vengan, entran a través de un número local –explica Hernández-. Además, hay soporte 24/7 multilingüe, servicio de emergencia en las zonas Truphone y factura única”.

El servicio del operador británico puede llegar a 66 países, pero hay ocho en concreto que forman parte de la denominada Zona Truphone, donde los clientes disfrutan de hasta ocho números internacionales en una sola SIM. En el caso de la Volvo Ocean Race, nueve de los once países en los que se entra a puerto pertenecen al llamado Truphone World. En cuanto un barco recibe señal 3G o 4G inicia, automáticamente, la transmisión de datos. Siempre mejor la señal en la tierra que viajar por las estrellas.
Ésta será duodécima edición de esta competición, que se celebra desde el año 1973. Tiene lugar cada tres años y en esta ocasión se pondrá mayor énfasis en las habilidades de navegación de los participantes, entre los cuales hay, por primera vez, un equipo femenino y un equipo chino. Todos ellos irán equipados con iPhones.

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