El desarrollo de hardware de inteligencia artificial por parte de OpenAI y el diseñador industrial Jony Ive ha generado una gran atención en el sector tecnológico, especialmente tras revelarse nuevos detalles a raíz de una disputa legal por derechos de marca.
La iniciativa conjunta, que opera bajo el nombre “io”, se estableció tras la adquisición por parte de OpenAI de la empresa fundada por Ive por un valor estimado de 6.500 millones de dólares.
Según los primeros documentos judiciales presentados en junio, el primer dispositivo de io no será ni un dispositivo intraauricular ni un wearable, desmintiendo así algunas especulaciones iniciales sobre la naturaleza del producto. Tang Tan, director de hardware de io y exresponsable de diseño en Apple, aseguraba en su declaración del 16 de junio que el prototipo “no estará listo para su comercialización antes de 2026” y que “su diseño aún no está finalizado”.
Estas afirmaciones surgen en el contexto de una demanda interpuesta por Iyo, una startup especializada en dispositivos de audio con inteligencia artificial interactiva fundada por exempleados de Google. La firma argumenta que OpenAI e io infringieron deliberadamente su marca registrada. La disputa ha obligado a OpenAI a eliminar todas las referencias públicas a la marca io, incluida su presencia en sitios web y canales oficiales.
Exploración de múltiples formatos y foco en interacción
Antes de decidir la forma final del producto, el equipo de io ha analizado múltiples formatos de hardware. De acuerdo con la documentación legal presentada por OpenAI, el grupo ha evaluado tanto dispositivos de escritorio como móviles, alámbricos e inalámbricos, así como opciones portátiles y vestibles. Para ello, se han adquirido más de 30 modelos de auriculares, audífonos y otros productos similares con el fin de explorar referencias ergonómicas y de funcionalidad.
A pesar de que el primer dispositivo no será de uso auricular, la evidencia presentada en el litigio muestra que la categoría sí fue considerada en las fases tempranas del desarrollo. En uno de los correos citados en el caso, un empleado de io sugiere la compra de escaneos 3D de orejas humanas para estudiar la ergonomía, lo que indica un análisis detallado del espectro de posibilidades antes de descartar ciertos diseños.
La documentación también revela que tanto OpenAI como su CEO, Sam Altman, estaban al tanto de la existencia de Iyo. De hecho, según los abogados de la startup, Altman llegó a solicitar una demostración del dispositivo que Iyo aún no ha lanzado. En un correo fechado en marzo, Altman rechazó una oferta de inversión por parte de Iyo con la respuesta: “Gracias, pero estoy trabajando en algo competitivo, así que declinaré respetuosamente”.