Empieza 2023 y nos exige interactuar con una nueva herramienta de inteligencia artificial de la que sólo sabemos que es impresionante, que escribe con corrección, que lo hace de forma mecánica (no tiene estilo), que hay que tener cuidado con lo que dice (mucho), pero que es tan impresionante que es capaz de explicar cosas como esta:
ChatGPT es una herramienta de chatbot basada en la tecnología GPT-3 (Generative Pre-trained Transformer 3). Esta tecnología fue desarrollada por OpenAI y permite a los usuarios tener conversaciones naturales con un chatbot. El chatbot está diseñado para responder preguntas sobre temas diversos, tales como finanzas, negocios, tecnología, entretenimiento, etc.
La herramienta utiliza el lenguaje natural para comprender las preguntas del usuario y proporcionar respuestas precisas. Esto significa que los ‘autores intelectuales’ pueden tener conversaciones fluidas con el chatbot sin necesidad de programación complicada. Además, el sistema se actualiza constantemente para proporcionar respuestas más precisas.
Generative Pre-trained Transformer 3 (GPT-3) es un modelo de aprendizaje profundo autoregresivo basado en transformadores. Está diseñado para realizar tareas de procesamiento del lenguaje natural (NLP) a gran escala con una cantidad significativamente mayor de parámetros que los modelos anteriores. GPT-3 es el sucesor del modelo GPT-2, y se ha utilizado para realizar tareas como la generación de texto, la comprensión del lenguaje natural, la clasificación de texto y la traducción automática.
Sobre qué es el lenguaje natural en el ámbito de la inteligencia artificial nos dice: se refiere al uso de lenguaje humano para interactuar con un sistema informático. Esta tecnología permite a los usuarios comunicarse con un ordenador utilizando su propio lenguaje, en lugar de tener que aprender un conjunto específico de comandos. Los sistemas de procesamiento del lenguaje natural (NLP) permiten a la IA entender el significado de lo que se dice y responder apropiadamente. Esta tecnología se encuentra en muchas aplicaciones modernas, desde asistentes virtuales hasta motores de búsqueda.
En cada uno de los párrafos que ha escrito el sistema, he tenido que corregir reiteraciones, expresiones latinas y adaptar los tiempos verbales pasivos, pero lo que está claro es que hemos iniciado una nueva era en la que los humanos no podremos distinguir quien está detrás (fuente) ni quien ha escrito (autor) la información que se nos está dando; es decir, todo lo que sea un texto rutinario, útil o informativo, que no creativo u opinativo, lo puede hacer una máquina con total corrección y cada día que pase mejorará, ya que todos los que lo utilicemos iremos entrenando paulatinamente el algoritmo. ¡Impresionante!
La nueva era de las noticias falsas
Ahora bien, hay dudas que van desde lo muy superficial a lo muy profundo; entre las primeras, ¿qué ocurre si la máquina no utiliza datos exactos y quien va a publicar da la información extraída por buena? ¿Entramos en una nueva fase de la era de las noticias falsas? Un ejemplo fácil; le he pedido a la plataforma que me escriba una crónica de la final del mundial de fútbol 2022 y esto es lo que me ha ofrecido: “La final del Mundial de Fútbol 2022 fue un partido entre los equipos de Estados Unidos y Brasil. El estadio estaba lleno hasta la bandera con una multitud entusiasta que cantaba y aplaudía a los equipos. Los dos equipos comenzaron el partido con energía y determinación, intentando marcar el primer gol. Los brasileños se adelantaron en el marcador al minuto 15 con un gol de Neymar Jr., pero los estadounidenses no se rindieron y lograron empatar el marcador al minuto 25 con un gol de Christian Pulisic…” No hace falta explicar que la final del mundial de Qatar (2022) fue entre Francia y Argentina; por tanto, de base, todo el resto es falso; podrá ser la crónica de otro partido que ha encontrado el sistema o sencillamente un texto inventado.
Y si le pides la redacción de una noticia de última hora, recurre a una decisión del presidente de México de 2021 ¿Por qué? Porque ChatGPT no puede conectarse a Internet y no tiene capacidad de navegar en la World Wide Web. Sus respuestas se limitan a lo que se le ha enseñado durante el proceso de entrenamiento; por tanto, hoy por hoy, no puede proporcionar información posterior a 2021.
Dudas lógicas sobre la IA que escribe
Entre las cuestiones más profundas está si se debe advertir al lector de que se ha utilizado una herramienta de inteligencia artificial, si el contenido lo firma la máquina o el humano que hay detrás de ella, si este tipo de invento debe cotizar a la seguridad social puesto que realiza un trabajo profesional (este tema lo llevamos repitiendo ya unos años, pero no avanza), si la inteligencia humana se va a ir atrofiando paulatinamente por falta de uso o si se va a evolucionar…
Las dudas éticas y estéticas están en el aíre, pero sólo porque desde el primer momento en que lo utilizas surgen temores como profesionales del periodismo (hacia dónde se dirige el mundo de la información), como profesores (los trabajos escolares y universitarios los hará una máquina en unos segundos), como lectores (Amazon retiró de la venta la Biografía de Barak Obama por considerar que estaba escrita por un robot), como juristas (redacción de sentencias), etc.
A pesar de llevar años trabajando en el campo de la inteligencia artificial como generador de textos periodísticos, el salto cualitativo del robot redactor ha sido tan grande que no tengo respuestas a muchas preguntas que nos han planteado en este tiempo. Ha llegado el momento de probar, analizar, ser cauteloso, advertir y prevenir.
Si (
No(
