La Competition and Markets Authority (CMA) señala en su resolución que es “improbable” que el acuerdo entre ambos grupos genere “un aumento de los precios o una reducción de la calidad de los servicios móviles, por lo que los clientes deberían seguir beneficiándose de una fuerte competencia” y asegura que la fusión “no reducirá de manera sustancial la competencia en el suministro de servicios mayoristas”.
La fusión “no reducirá de manera sustancial la competencia en el suministro de servicios mayoristas”
Antes de iniciar esta segunda parte de la investigación, la CMA ya había descartado cualquier posible problema relacionado con el solapamiento de los servicios minoristas de las dos marcas, dado el reducido tamaño de Virgin Mobile.
En este sentido, el regulador apunta que “Virgin proporciona líneas alquiladas al por mayor a empresas de telecomunicaciones móviles, como Vodafone y Three, que utilizan para conectar partes clave de su red”. Algo similar ocurre con O2, que da servicios a operadores de telefonía móvil (como Sky y Lycamobile) que carecen de red.
Asimismo, la CMA apunta que rivales como BT Openreach ofrecen servicios de líneas alquiladas similares, pero con un alcance aún mayor en términos geográficos, lo que obligará a la joint venture a seguir siendo competitiva.
La joint venture resultante creará el mayor operador de Reino Unido, con unas inversiones previstas por valor de 11.000 millones de euros hasta 2025 y una valoración de 36.000 millones de euros.
Por otro lado, la relación entre ambas partes continúa mejorando y ya se ha decidido quién liderará el proyecto. En este sentido, Telefónica y Liberty Global han dado a conocer el equipo directivo de la joint venture que tendrá a Lutz Schuler, responsable de Virgin Media, como consejero delegado. Mientras que la directora financiera de O2 UK, Patricia Cobian, continuará con esta función en la nueva emprsea.
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