chips act

La Unión Europea ha dado un paso decisivo en su estrategia tecnológica al lograr que los 27 Estados miembros se sumen a la Semicon Coalition, una iniciativa liderada por Países Bajos que reclama una revisión profunda de la actual Ley Europea de Chips (Chips Act) con el objetivo de garantizar el liderazgo europeo en un sector considerado crítico para la economía, la seguridad y la innovación global.

La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de convertirse en accionista de Intel marca un punto de inflexión en la industria de los semiconductores. Más allá de una simple inyección de capital, el movimiento refleja una estrategia política y económica orientada a garantizar la producción de chips en territorio estadounidense y reducir la dependencia de fabricantes extranjeros como TSMC.

STMicroelectronics ha anunciado una inversión de 5.000 millones de euros en una nueva planta de fabricación y empaquetado de chips en Catania (Italia), que se desarrollará a lo largo de varios años con 2.000 millones de euros en ayudas de parte del gobierno italiano como parte del marco del Chips Act de la Unión Europea.

La Comisión Europea ha aprobado una financiación pública de 8.100 millones de euros para proyectos de microelectrónica y tecnologías de la comunicación en 14 países, entre ellos, España.

La Unión Europea ha presentado hace unas semanas su gran apuesta por revivir el mercado de los semiconductores del que actualmente produce entorno al 8-10 por ciento. Para impulsar este programa, marcado con el Chips Act, el gigante estadounidense Intel ha anunciado una macro inversión de 80.000 millones de dólares en distintos países de la Unión Europea.

La Comisión Europea ha presentado la conocida como Ley de Chips, una directiva europea que busca reforzar la competitividad y la resiliencia de Europa en este sector considerado estratégico con lo que se busca garantizar la seguridad del suministro, resiliencia y liderazgo tecnológico de la Unión Europea en los semiconductores.

Como ya es tradición, el final y el principio de año es para las compañías un momento en el que reflexionar sobre lo que ha ocurrido y las previsiones de lo que puede ocurrir. En este sentido, desde Intel han celebrado un encuentro en el que han compartido sus previsiones para este 2022 en el que tienen puestas sus expectativas para resolver los problemas de la industria en relación con la crisis de componentes, así como avanzar en la estrategia de la firma.

La rivalidad entre las grandes potencias mundiales Estados Unidos, China y la Unión Europea, la dependencia del bloque en cuestiones como los semiconductores, la situación de la ciberseguridad a nivel europeo y la soberanía de los datos son algunos los temas del momento en materia tecnológica en Bruselas.