Bruselas ha dado luz verde un grueso de ayudas que permitirán acercar al bloque al objetivo fijado de que para 2030 el 20% de los semiconductores mundiales se fabriquen en la Unión Europea.
Con ello, Alemania, Austria, Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Malta, Países Bajos, Polonia, República Checa y Rumanía podrán asignar ayudas a 68 proyectos que supondrán una inversión privada adicional de 13.700 millones de euros.
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“Este último Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) es una demostración más de que la Ley de Chips de la UE ya está desencadenando una considerable inversión pública y privada en toda la cadena de valor de los semiconductores europeos: desde los materiales hasta el diseño, desde los equipos hasta el envasado avanzado”, defiende Thierry Breton, comisario de Mercado Interior de la UE.
Los 68 proyectos beneficiarán así a 56 empresas de 19 Estados miembros que implican a 600 socios indirectos y que podrán crear más de 8.700 puestos de trabajo directos en Europa y otros tantos indirectos.
Con esta inversión, esperan acelerar el desarrollo de una cadena de suministro de los componentes necesarios para los equipos de comunicaciones, así como para las aplicaciones espaciales y de radar; preparar a Europa para el despliegue de los vehículos eléctricos y los sensores ambientales, radares y ordenadores de a bordo para funciones de conducción automatizadas; y el desarrollo de chips de IA de nueva generación, que combinen los puntos fuertes de la informática analógica y digital de bajo consumo y las nuevas generaciones de sensores ópticos.
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