Europa tiene un problema evidente con la cantidad de enchufes que hay en comparación con los coches eléctricos , por lo que han dado un gran salto para tratar de eliminarlo.
La Unión Europea ha acordado ampliar las estaciones de carga de vehículos eléctricos o electrolineras cada 60 kilómetros para el año 2026, potenciando la adquisición de este tipo de vehículos.