Casi 4 años de vida le ha durado la felicidad a Vine, plataforma que Twitter compró en 2012 para permitir a sus usuarios compartir vídeos de seis segundos. El comunicado, alojado en el blog oficial Medium, anunciaba la intención de realizar una transición dulce hacia la suspensión del servicio. Sutilmente, el documento invita a los usuarios a acceder y descargar todas sus creaciones antes de que se produzcan cambios en app o página web.
El impresionante crecimiento de Instagram Stories, que conseguía recortar a Twitter alcanzando los 100 millones de usuarios en dos meses, y de otras aplicaciones como Snapchat, se enmarca como una de las razones fundamentales de la decadencia de la plataforma de vídeos cortos. Y si a este respecto, añadimos que Twitter se reforzó con una plataforma propia para grabar, editar y publicar vídeos, podemos estar hablando de la combinación perfecta para acabar con Vine.
Pésimos resultados trimestrales
El anuncio se divulgó por las redes pocas horas más tardes de conocer los resultados trimestrales de Twitter, que provocaron el despido del 9% de su plantilla. La subasta que se está haciendo de la red social está jugando una mala pasada a la reputación con la que contaba y muchos de los potenciales compradores ya han desestimado sus negociaciones.
El tercer trimestre de su ejercicio, Twitter registró 84 millones de euros de pérdidas y, por ello, sugirió su empeño por centrarse en su servicio principal, “despriorizando” iniciativas transversales. Quién sabe si después de Vine, Periscope estará abocado al mismo final, ya que si sumamos el contexto actual con la competencia de Facebook Live, el servicio puede convertirse en insostenible.
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