La teleco británica se encuentra en un complejo proceso de reestructuración tras la dimisión de su anterior líder fruto de las presiones de los accionistas y de los fracasos en las operaciones corporativas, especialmente en España e Italia.
A ello se suma los movimientos accionariales que han convertido a los emiratíes e& en un peso fuerte dentro del grupo con el 14,6% del capital, así como con la reapertura de negociaciones para posibles fusiones con el grupo Iliad, quien también forma parte del accionariado con un 2,5% de las acciones a través del fondo de inversiones de su propietario, el francés Xavier Niel.
En este contexto, la compañía clamaba por tener una figura estable en el máximo cargo ejecutivo, el de consejero delegado, que finalmente recae en Margherita Della Valle, quien cuenta con una amplia trayectoria en la teleco en cargos de marketing, operativos, comerciales y financieros.
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Durante los últimos meses, la directiva ha ocupado el cargo de CEO interino y de CFO, su posición hasta la fecha, un proceso que no ha dejado indiferente al presidente del Consejo, Jean-François van Boxmeer, ni al propio consejo. "En los últimos meses como el Consejo y yo hemos quedado impresionados con su ritmo y decisión para iniciar la necesaria transformación de Vodafone. Margherita cuenta con todo mi apoyo y el del Consejo en sus planes para que Vodafone ofrezca una mejor experiencia al cliente, se convierta en una empresa más sencilla y acelere el crecimiento", destaca van Boxmeer.
Por su parte, Della Valle ha señalado que "para hacer realidad nuestro potencial, Vodafone tiene que cambiar" y "sabemos que podemos hacerlo mejor", por lo que "mi objetivo será mejorar el servicio a nuestros clientes, simplificar nuestro negocio y crecer".
Della Valle continuará con su cargo como directora financiera del Grupo mientras se busca sustituto.
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