La Comisión Europea ha intensificado su presión sobre Apple para que sus sistemas operativos iOS e iPadOS sean más compatibles con dispositivos y aplicaciones de terceros, en un esfuerzo por garantizar la libre competencia en el sector digital.
Bruselas ha abierto dos procedimientos bajo el reglamento de los mercados digitales (DMA, por sus siglas en inglés), normativa que establece nuevas obligaciones para las grandes tecnológicas con el objetivo de promover la interoperabilidad y evitar abusos de poder de mercado.
Interoperabilidad entre dispositivos
El primer procedimiento tiene como objetivo principal asegurar que los dispositivos fabricados por otras empresas puedan operar sin problemas con iOS, el sistema operativo de los iPhone. La Comisión busca que estos dispositivos, como relojes inteligentes y auriculares, puedan comunicarse de forma efectiva con los productos de Apple.
Según la Comisión, "Apple deberá proporcionar una interoperabilidad efectiva con funcionalidades clave como notificaciones, emparejamiento de dispositivos y conectividad".
Interoperabildiad entre desarrolladores
El segundo procedimiento apunta a facilitar que los desarrolladores de aplicaciones soliciten la interoperabilidad de sus productos con iOS e iPadOS, permitiendo así a terceras empresas innovar con mayor confianza.
"Queremos asegurar que los desarrolladores puedan operar en un entorno predecible y seguro, garantizando al mismo tiempo la competencia leal en el mercado"
"Queremos asegurar que los desarrolladores puedan operar en un entorno predecible y seguro, garantizando al mismo tiempo la competencia leal en el mercado", añade el comunicado de la Comisión.
Apple ha reaccionado señalando que ya ha tomado medidas para cumplir con las normativas del DMA. La empresa californiana asegura haber creado 250.000 interfaces que permiten a los desarrolladores de aplicaciones acceder a sus sistemas operativos, y que "hemos creado formas para que las apps en la Unión Europea soliciten interoperabilidad adicional con iOS y iPadOS, protegiendo al mismo tiempo a nuestros usuarios".
Este proceso, que se prolongará durante seis meses, culminará con la presentación de las conclusiones de la Comisión, en las que se detallarán las medidas concretas que Apple deberá adoptar para cumplir con las normativas. Durante este tiempo, los competidores de la empresa tendrán la oportunidad de presentar observaciones. Además, la Comisión no descarta la imposición de multas si se demuestra que Apple no cumple con sus obligaciones.