Según un informe de Check Point Research, el sector de la educación y la investigación ha experimentado un aumento alarmante en el número de ciberataques durante la primera mitad de 2023, superando por mucho a otros sectores.
Cada semana, se registran en promedio 2.256 ciberataques por organización en el ámbito de la Educación e Investigación a nivel mundial. En Europa, en particular, las amenazas en este sector han aumentado un 11% con respecto a 2022. Por su parte, a nivel mundial se ha registrado un aumento del 8% en las actividades delictivas en el ciberespacio, lo que supone el mayor volumen en dos años.
| Región |
Media semanal de ciberataques |
Variación interanual |
| APAC |
4.529 |
-2% |
| Europa |
2.427 |
+11% |
| África |
1.690 |
-2% |
| América Latina |
1.533 |
+4% |
| Norte América |
1.264 |
-14% |
Una de las posibles explicaciones para este aumento reside en la creciente digitalización del sector y su creciente dependencia de plataformas en línea para diversas actividades, como estudios, enseñanza y exámenes. La proliferación de la transformación tecnológica ha brindado a los atacantes numerosas oportunidades para explotar y amplificar sus ataques. Además, las instituciones educativas almacenan una gran cantidad de información confidencial de estudiantes, que incluye registros personales y financieros, convirtiéndolas en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes.
“Incluso la tecnología heredada como los dispositivos de almacenamiento USB han ganado popularidad como mensajeros de malware”
“Amenazas conocidas como el ransomware y el hacktivismo han evolucionado aún más, con grupos de amenazas que modifican sus métodos y herramientas para infectar y afectar a organizaciones de todo el mundo”, explica Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal. “Incluso la tecnología heredada como los dispositivos de almacenamiento USB, que durante mucho tiempo han estado acumulando polvo en los cajones de los escritorios, han ganado popularidad como mensajeros de malware”, advierte el directivo.
En mayo, se reportaron incidentes graves en Estados Unidos en los que varios colegios, institutos y universidades se vieron afectados por ataques de ransomware. Estos ataques causaron trastornos significativos en el proceso educativo y pusieron de manifiesto la vulnerabilidad del sector ante las amenazas cibernéticas.
El panorama de ciberseguridad en el sector educativo e investigativo es complejo. La digitalización ha brindado numerosos beneficios, como el acceso remoto a recursos educativos y la mejora de la eficiencia en la gestión de datos. Sin embargo, esta misma digitalización ha abierto las puertas a una mayor exposición a riesgos cibernéticos. Los ciberdelincuentes están aprovechando la creciente dependencia de las plataformas en línea y la acumulación de datos confidenciales para lanzar ataques cada vez más sofisticados.
Para hacer frente a esta creciente amenaza, las instituciones educativas y de investigación deben tomar medidas proactivas para fortalecer su ciberseguridad. Esto incluye la implementación de sistemas de seguridad robustos, la capacitación continua del personal en prácticas de seguridad cibernética y la concienciación de los estudiantes sobre la importancia de proteger sus datos en línea.
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