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El comercio electrónico español pierde más de 100 millones de euros por fraude del consumidor

El comercio electrónico español pierde más de 100 millones de euros por fraude del consumidor

lunes 15 de enero de 2018, 12:49h

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Según informa Hocelot, compañía especializada en la verificación de datos de internautas en tiempo real, éstos tienden a mentir a la hora de dar su email, teléfono, edad, nombre y DNI por internet; y el comercio electrónico español pierde más de 100 millones de euros por fraude.

El auge del comercio online supone nuevos retos a las empresas, que constantemente han de mantenerse actualizadas en el ecosistema digital y cuidando del nuevo tipo de consumidor 'millennial'. Y aunque el comercio electrónico está aumentando las ventas de las compañías, también le está planteando nuevas amenazas.

A día de hoy resulta sencillo ocultarse para cometer delitos internet, como el fraude online o la suplantación de identidad. Según un estudio realizado por Hocelot, un 23% de los usuarios asegura que falsea su fecha de nacimiento de forma ocasional.

“El 60% de los usuarios miente o aporta al menos un dato falso cuando se le solicitan datos personales en Internet”, ha comentado Antonio Camacho, CEO de Hocelot.

La compañía española ofrece a las empresas un servicio de verificación de identidad en tiempo real para comprobar la fiabilidad de sus clientes, y con tan solo 3 datos, a saber, el nombre, la dirección y el correo electrónico, Hocelot es capaz de verificar la identidad del internauta.

Las empresas luchan contra el "fraude amistoso" en su integración al comercio electrónico

Según el Consejo Económico y Social (CES), los comercios electrónicos de España pierden más de 100 millones de euros por fraude de los consumidores. Son la gran cantidad de pequeñas estafas, o "fraudes amistosos" en los que un comprador niega haber realizado una compra y exige la devolución del dinero al banco, las que más daño hacen al comercio electrónico.

“Con el potencial de crecimiento que tiene aún el comercio electrónico en España, las empresas necesitan soluciones que proporcionen herramientas efectivas y contrastadas para disputar con éxito las reclamaciones que este tipo de fraude supone con las entidades bancarias y los emisores de tarjetas”, concluye Antonio Camacho.

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