Las redes sociales no se detienen y 2025 ha sido otro año de ajustes, saturación y cambios silenciosos que ya están marcando el rumbo de 2026. El nuevo Estudio de Redes Sociales 2026 de Metricool confirma lo que muchos creadores y marcas llevan meses percibiendo: el vídeo corto empieza a perder empuje en algunas plataformas, el contenido largo recupera protagonismo y la competencia se intensifica allí donde antes había margen para crecer con facilidad.
El informe, el más ambicioso realizado hasta la fecha por Metricool, analiza la actividad real de más de un millón de cuentas y casi 40 millones de publicaciones en diez redes sociales. A partir de estos datos, se dibuja un escenario más exigente, donde el algoritmo ya no lo perdona todo y donde la calidad, la constancia y la construcción de comunidad vuelven a ser claves.
Instagram, durante años sinónimo de alcance fácil gracias a los Reels, muestra claros signos de agotamiento. El estudio revela que el alcance de este formato cayó un 35% interanual, mientras que las publicaciones en general perdieron un 31% de visibilidad. Todo apunta a una combinación de saturación de contenido y ajustes algorítmicos que están priorizando otros formatos o comportamientos dentro de la plataforma.
En paralelo, TikTok sigue liderando en términos de alcance medio e interacciones, a pesar de que el volumen de vídeos publicados disminuyó. Menos contenido, pero más impacto. Con una media de más de 28.000 visualizaciones por vídeo y casi mil interacciones, la plataforma mantiene su atractivo, especialmente para cuentas en crecimiento, aunque empieza a mostrar una madurez que obliga a afinar mejor cada publicación.
El caso de YouTube resulta especialmente revelador. Lejos de verse eclipsada por el vídeo corto, la plataforma refuerza su posición como espacio de consumo profundo. Las visualizaciones por vídeo crecieron un 30%, aumentó la frecuencia de publicación y también la conversación en forma de comentarios. En un ecosistema dominado por la inmediatez, YouTube se consolida como uno de los canales más estables para generar comunidad y visibilidad sostenida.
Facebook, por su parte, protagoniza uno de los regresos más inesperados. Contra todo pronóstico, la red registró un aumento notable en alcance, impresiones e interacciones, impulsado en gran medida por su apuesta por el vídeo. Lejos de desaparecer, sigue ofreciendo escala y visibilidad para quienes saben adaptar el contenido al contexto actual de la plataforma.
LinkedIn, en cambio, empieza a mostrar signos de fatiga tras varios años de crecimiento constante. El aumento en la frecuencia de publicación ha elevado la competencia y reducido la visibilidad media. Las impresiones cayeron un 23% y las interacciones un 14%, lo que obliga a marcas y profesionales a elevar el nivel de sus contenidos si quieren destacar en un entorno B2B cada vez más saturado.
En el terreno de las plataformas emergentes, Threads y Bluesky comienzan a encontrar su espacio. Threads muestra un engagement inicial sólido, mientras que Bluesky destaca por un alto nivel relativo de interacción, señalando un interés creciente por experiencias sociales menos masificadas y más conversacionales.
El estudio también pone el foco en una brecha cada vez más evidente en el uso de la inteligencia artificial. Según Metricool, los creadores que utilizan la IA para potenciar ideas propias obtienen mejores resultados que aquellos que recurren a la automatización sin esfuerzo. La audiencia premia la autenticidad y penaliza el contenido genérico.
Como resume Juan Pablo Tejela, CEO y cofundador de Metricool, el mensaje es claro: el hype ya no basta. “El alcance fácil se está acabando y las plataformas están premiando la profundidad, la coherencia y la construcción de relaciones reales”, señala.
De cara a 2026, el estudio deja una conclusión clara: entender cómo evoluciona cada red y adaptar el contenido a su lógica específica ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad básica para seguir siendo relevante en un ecosistema social cada vez más exigente.