El mercado francés de las telecomunicaciones vive uno de sus momentos más decisivos tras confirmarse que Patrick Drahi, propietario del conglomerado Altice y de la operadora SFR, ha activado formalmente el proceso de venta de su división francesa.
Según informaciones reveladas por BFM TV y otros medios, la operación contempla un reparto estratégico de activos entre sus tres principales rivales nacionales: Free (Iliad), Bouygues Telecom y Orange.
Un activo valorado en 23.000 millones de euros
Altice France, también conocida comercialmente como SFR, está valorada en unos 23.000 millones de euros, incluyendo una deuda que asciende a 16.000 millones. Drahi, quien actualmente posee el 55% del capital de SFR tras una reciente reestructuración, podría obtener cerca de 4.000 millones de euros líquidos si la operación se concreta. Para lograrlo, ha distribuido entre los potenciales compradores la documentación financiera de 2024 con el objetivo de cerrar un acuerdo antes de finalizar el año.
El deterioro de los ingresos de SFR, con una caída del 5,8% en el primer trimestre del año, ha puesto presión sobre la compañía y acelerado las negociaciones. Las fuentes señalan que las rebajas agresivas en sus tarifas forman parte de una estrategia para forzar a sus competidores a mover ficha en el proceso de venta.
Bouygues parte con ventaja en red móvil y fijo
En las negociaciones, Bouygues Telecom se perfila como el gran beneficiado en cuanto a infraestructura de red móvil, ya que mantiene un acuerdo de compartición de antenas con SFR desde hace más de una década. Ambas compañías operan conjuntamente la red "Crozon", que comprende unas 15.000 antenas. Dado que Free no está interesado en absorber estas infraestructuras, todo apunta a que Bouygues asumirá el control total del sistema, aunque eso le supondrá un coste operativo adicional estimado entre 200 y 300 millones de euros.
Además, Bouygues aspira a quedarse con la mayoría de los seis millones de clientes de banda ancha fija de SFR, un segmento donde el operador aún está por detrás de Orange y Free. “El reparto geográfico y la presión de la Autoridad de la Competencia evitarán concentraciones excesivas”, apuntan desde el sector.
Free pone el foco en el negocio empresarial
Por su parte, Free, propiedad del magnate Xavier Niel, muestra especial interés en SFR Business, la división corporativa de la compañía. Este segmento, valorado en unos 3.000 millones de euros, genera 400 millones en márgenes anuales y podría reforzar la presencia de Free en el mercado empresarial, donde actualmente tiene una posición menor. Para estimular las pujas, Drahi también ha invitado a fondos de inversión como CVC y Antin a participar en el proceso.
El papel limitado de Orange
Aunque Orange lidera en cuota de mercado tanto en el segmento fijo como empresarial, no quiere quedarse fuera del reparto. Aun así, su margen de maniobra se ve limitado por cuestiones de competencia. “Orange no puede ampliar su dominio sin que el regulador intervenga”, explican fuentes cercanas a la operación. No obstante, el histórico operador francés sigue interesado en capturar parte de la base de clientes móviles de SFR, donde ya ostenta un tercio del mercado.
Tiendas, personal y riesgos ocultos
Más allá de los activos de red y la cartera de clientes, otro punto crítico será el destino de las cerca de 300 tiendas propias de SFR, junto con sus 2.000 empleados, además de 300 tiendas en régimen de franquicia. A esto se suma el personal de los centros de atención al cliente de Intelcia, filial de Altice, cuya gestión también deberá redistribuirse entre los nuevos propietarios.
Finalmente, el análisis financiero ha revelado posibles compromisos ocultos que preocupan a los compradores. En particular, existen varios miles de millones de euros en compromisos off-balance relacionados con el alquiler de antenas vendidas por SFR, lo que podría impactar negativamente en la valoración final.
Con la posible desaparición de un cuarto operador nacional, se consolidaría un mercado de tres grandes actores —Orange, Free y Bouygues— en un contexto cada vez más dominado por la inversión en redes 5G, fibra óptica y servicios empresariales basados en inteligencia artificial.