En base a esto, un estudio global elaborado por Generation, con el apoyo de la Fundación MetLife, revela que el 65% de los empleados de nivel inicial ya utiliza IA en su trabajo y, lo más relevante, la mayoría lo hace de forma autodidacta.
El informe, titulado IA en acción: Una perspectiva global para principiantes, recoge las respuestas de más de 5.500 jóvenes en 17 países que se graduaron en 2023 y 2024 en programas de la organización. La mayoría no cuenta con título universitario, lo que ofrece una visión poco explorada: cómo la inteligencia artificial está impactando en perfiles que hasta ahora quedaban fuera del foco de los estudios más habituales, centrados en países ricos y profesionales de servicios avanzados.
Además, el uso de la inteligencia artificial, no se limita sólo al ámbito laboral, muchas personas la utilizan en su día a día, concretamente el 79% de los usuarios. Este grupo, ha confirmado que utiliza la inteligencia artificial al menos una vez a la semana, a esto se suma un tercio que garantiza utilizarla todos los días. Dentro del sector tecnológico, la cifra de uso semanal alcanza el 89%. Los principales casos de uso van desde aprender nuevas habilidades y crear contenido hasta automatizar tareas administrativas.
Las diferencias de adopción entre sectores, sin embargo, son significativas. Mientras que en tecnología y en atención al cliente y ventas la penetración supera el 80%, en ámbitos como la economía verde o los oficios cualificados apenas llega al 12% y al 10% respectivamente.
El 76% de los hombres usa la IA en el trabajo, frente al 53% de las mujeres
Si se fragmenta este estudio por género, existe una clara brecha. Esto se debe a que el 76% de los hombres usa la IA en el trabajo, frente al 53% de las mujeres. Por consiguiente, en el sector tecnológico, el 80% de las mujeres la utiliza y el 86% de los hombres también.
Sin embargo, no solo se trata de su uso, sino, de los beneficios que ello conlleva. El 94% de los usuarios afirma que la IA ha mejorado su rendimiento laboral y un 91% asegura que ha hecho su trabajo más agradable. De hecho, seis de cada diez trabajadores principiantes reconocen un aumento significativo en su satisfacción laboral desde que incorporaron estas herramientas.
El valor que los empleados otorgan a la IA varía según el nivel económico del país. En las economías emergentes, siete de cada diez principiantes consideran que la IA ha mejorado su rendimiento de forma considerable, frente al 64% en países de ingresos medios-bajos y al 49% en países de altos ingresos. Una tendencia que también se observa en la satisfacción: los trabajadores de mercados en desarrollo son más propensos a declarar que la IA ha hecho sus funciones más gratificantes.
A pesar del avance, todavía un 35% de los trabajadores de nivel inicial no utiliza IA en su empleo. La mayoría no lo hace por falta de formación, desconocimiento sobre cómo aplicarla a su puesto o por falta de tiempo para aprender. Solo un pequeño porcentaje muestra desconfianza o no percibe beneficios claros.
Si algo queda claro, es que la inteligencia artificial no solo está al alcance de los altos ejecutivos, también se está convirtiendo en un aliado clave para quienes empiezan su carrera profesional, transformando la forma en que trabajan y aprenden.